Claudio Ranieri, entrenador del Valencia, pidió ayer disculpas al árbitro sueco Anders Frisk después de que, al acabar el encuentro ante el Werder Bremen en Mestalla, el técnico italiano justificase la agresión sufrida hace unos meses en Roma debido a una actuación arbitral. "Quiero pedir disculpas por mis declaraciones. Estaba muy nervioso. Anders Frisk es un gran árbitro y me dejé llevar por el nerviosismo que reinaba en el ambiente. Pido perdón por todo", dijo Ranieri, quien, a la conclusión del partido de ayer y tras la actuación de Frisk en Mestalla, dijo que entendía que al árbitro sueco "le hubiesen abierto la cabeza" en el Olímpico de Roma.

En el pasado mes de septiembre, Frisk recibió, en el partido Roma-Dínamo de Kiev de la Liga de Campeones, el impacto de un mechero en la cabeza que le provocó una herida y que derivó en el que el colegiado sueco suspendiese el partido tras los incidentes que se habían registrado.

El Valencia cayó eliminado de la Liga de Campeones tras perder con el Werder Bremen en Mestalla por 0-2 en un partido que acabó con una pelea entre jugadores de ambos equipos y con Angulo expulsado, entre otros incidentes.