El astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona regresó a La Habana el Día de Reyes como si tratara de regalarse a sí mismo la suficiente voluntad para proseguir la lucha contra las drogas que mantiene desde hace años.

Maradona llegó al aeropuerto José Martí de La Habana, procedente de Buenos Aires, donde asistió a la graduación de su hija mayor, Dalma Nerea, y pasó la Navidad y Fin de año junto a su familia. También aprovechó para asistir a la final de la Copa Suramericana que conquistó el Boca Juniors, uno de los equipos más populares del país, del que es hincha.

Maradona, que está siendo sometido en La Habana a un tratamiento para dejar las drogas, dijo desconocer qué tiempo estará en la institución médica habanera, dependiente del Ministerio del Interior, aunque señaló que espera "estar acá hasta el 15 de este mes. Luego me iré a varios países de Europa a trabajar". Lo que no dijo Maradona es a qué paises ni aclaró qué tipo de labor realizará en el llamado viejo continente.

El exjugador del Boca Juniors se interesó, asimismo, por el avance y los últimos resultados internacionales del fútbol cubano. "Me alegro mucho de que el once cubano haya ido poco a poco remontando su accionar en terrenos foráneos", dijo Maradona, aunque no dejó pasar por alto que aún deben mejorar a la hora de marcar los goles, "lo cual es algo fundamental en este deporte".