SUECIA: (17+9) Svensson, Boquist (2), Andersson (4), Kallman (2), Pettersson (7,1p), Ahlm (3), Vranjes (4) -equipo inicial- Ohlander (p.s.), Franzen (1), Lovgren (3).

ESPAÑA: (9+19) Barrufet, Rocas (6), Garralda (-), Pérez (-), Davis (-), Romero (4,2p), Rodríguez (1) -equipo inicial- Hombrados (p.s.), Alberto Entrerríos (2), Raúl Entrerríos (1), Garabaya (3), Uríos (5), García (4,2p), Ortega (7).

ARBITROS: Bord y Buy (Francia).

M. C. C. M.: 4-2, 8-4, 12-6, 15-8, 16-11, 17-14, (descanso), 19-15, 22-17, 23-21, 24-25, 26-28, 26-33.

La selección española de balonmano remontó épicamente un partido en el que llegó a perder hasta por ocho goles para salvar su primer trance relevante en el Campeonato del Mundo de Balonmano de Túnez ante Suecia, uno de sus perores enemigos en los últimos años, y sella desde su pase a la siguiente fase.

España ganó por una diferencia de siete goles, pero los inicios del encuentro no hacían presagiar un desenlace tal ni por asomo. La administración de fuerzas hasta el final para sacarse el as de la manga con unos minutos finales espectaculares y el derroche de Suecia que acabó tronchado físicamente pudieron tener la clave. La selección española tuvo un comienzo desastroso y el marcador llegó a reflejar un 14-6.

España se retiró al descanso con una desventaja de tres goles, lo que limpió en parte su imagen, pero en la segunda parte llegó a caer 19-14. Sin embargo, la paulatina remontada le puso por delante (24-25, min. 45). La puntería española se tornó más firme, la defensa sueca más inestable y los lanzamientos llegaban a buen puerto.