Extremadura: Toni García; Javi Selvas, Roberto, Alcázar, Zamora; Valladar (Camacho, M. 85), Lolo, Marco, Gaizka (Manuel, M. 76) (Fran Blasco, M. 89); Cobos y Pavone.

Marbella: Avila; Bernal (Apoño, M. 61), Salido, José Ríos, Juan Ríos; José Ignacio, Fran (Christian, M. 55); Juanjo, Campos, Nano (Tom, M. 72) y Andrés.

Goles: 1-0 M. 43: Marco. 2-0 M. 49: Pavone. 3-0 M. 64: Pavone. 4-0 M. 85: Manuel.

Arbitro: Marcos García Bastilleiro (gallego). Meticuloso en un duelo sin nada. No estuvo bien (1). Amonestó a Félix Fernández, ´fisio´ local, (55´), Roberto (74´), Selvas (82´)/, Nano (29´), Juan Ríos (36´), Campos (66´) y Tom (83´).

Incidencias: Casi 2.000 personas en el Francisco de la Hera. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Paco Mora.

No es por insistir en el criterio, pero ni en el mejor guión dispuesto al efecto la despedida de Manuel, también la de Alcázar, hubiesen cumplido más fielmente con lo que se le puede pedir a una coyuntura así. El Extremadura goleó al Marbella (4-1), por momentos se gustó y mucho, el tanto que cerraba la cuenta lo firmó Manuel, la afición, en la mejor entrada de la temporada, hizo la ola y los azulgranas terminaron fundidos en una comunión total con su hinchada mientras el delantero gallego realizaba su vuelta de honor al estadio, rodeado de chavales y mientras sonaba por la megafonía la Rianxeira . Casi nada. Dicho así parecería hasta sencilla labor y todo. No lo fue. El Extremadura, cuando más lo necesitaba y ampliando su impresionante racha de resultados, dominó el partido de ayer de cabo a rabo, siempre tuvo control de la situación y mató el choque en los momentos precisos. Enfrente, el Marbella intentó aguantar la situación y buscar su oportunidad viviendo de los fallos del rival y terminó absolutamente descorazonado por mucho que su entrenador en la sala de prensa intentase mostrar la cara más positivista de las posibles.

DESPEDIDA El cuadro local estaba dispuesto a homenajear a Manuel y Alcázar en su despedida y la grada se sumó pronto a la fiesta. La entrada, la mejor del año con diferencia, sirvió de declaración de intenciones. Luego, los azulgranas buscaron las conquillas a la zaga marbellí abriendo el balón a las bandas y buscando el remate en la pintura de un Pavone por el que apostó Bizcocho de salida. Pero le faltaba precisión al conjunto almendralejense. Con todo, desde el inicio se vio que la conexión Marco-Cobos podía dar sus frutos y se apuró el primer periodo para inaugurar. Eso sí, tras algunas advertencias con olor a gol que se quedaron en poco. Justo cuando agonizaba la primera mitad Marco, que había mandado ya dos balones a las nubes en sendos remates, no perdonó. Una dejada atrás de Roberto dejó el cuero en su pierna buena y el sevillano le quitó las telarañas a la escuadra izquierda de la portería del fondo sur (m. 43). Ya en el descuento, su socio, Cobos, no transformó en el segundo un saque de falta porque Avila estuvo muy inspirado. Sin embargo, no había hecho más que comenzar la segunda entrega cuando Pavone apagó el partido. Javi Selvas había recuperado un balón con sentido de la anticipación y su disparo lejano lo había escupido, como mal menor, el meta visitante. Para cuando quiso reaccionar el italo-argentino ya andaba celebrando su reencuentro goleador (m. 49).

Ahí mismo acabó el partido para un frustrado Marbella, que vio como luego el delantero azulgrana rubricaría su doblete, cabeceando impecable una falta sacada por Cobos (m. 64), y como Manuel se sumaba a su fiesta particular anotando el cuarto y definitivo gol, en una dejada de Marco tras servicio de Cobos. Fue una especie de éxtasis que caló pronto en una grada demasiado acostumbrada a la amargura de las derrotas y deseosa de celebrar con sus colores un triunfo.

Cuando bajó el telón, Manuel recibió el cariño del público mientras Alcázar, muy en segundo plano por voluntad propia, decía adiós del mismo modo que el gallego. Pero hay que certificar la permanencia en Don Benito.