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Traspié de libro azulgrana

Un Extremadura impotente engorda su crisis y suma su cuarta derrota.

Extremadura: Toni; Zamora, Roberto, Fabios, Aláin; Samir (Ordóñez, M. 67); Bermúdez (David Carmona, M. 46), Aitor, Santi Amaro (Ortiz, M. 46), Cabello y Asen.

Marbella: Avila; Raúl Gaitán, Fernando Loriente, Loren, Dani; Carlos Rivera; Abel (Julio, M. 59), José Manuel (Leroy, M. 71), Apoño, Santi Moreno y Seubert (Pepelu, M. 59).

Goles: 0-1 M. 30: Abel. 1-1 M. 62: Cabello. 1-2 M. 94: Rául Gaitán.

árbitro: Hugo J. López Puerta (Comité Madrileño). Bastante bien en todos los órdenes, aunque al final acumuló algún error mínimo (2). Amonestó a Aitor Santos (32´), Zamora (57´), Fabios (58´)/, Loren (68´) y Dani (85´).

Incidencias: Apenas 1.900 espectadores en el Francisco de la Hera a pesar de las iniciativas del consejo con las ´entradas baratas´ para los abonados. La afición está ´tocada´.

Difícil tarea la de buscar argumentos positivos en la indecente trayectoria reciente de un Extremadura sin rumbo, desarbolado y a la deriva. Ayer el bloque de Ortuondo volvió a perder. Lo hizo en el descuento del descuento, de acuerdo, y con un golazo imparable de esos que a veces se sacan casi involuntariamente de sus botas los futbolistas, también. Pero no es menos cierto que el gol de Raúl Gaitán (m. 94) vino a hacer justicia con los méritos de un Marbella que había dilapidado un importante rosario de ocasiones claras de gol para haber sentenciado el duelo y que a esas alturas, es verdad, andaba ya dándose por satisfecho con el 1-1. El equipo de Ortuondo no fue capaz de hacer sus deberes cuando un conjunto con pie y medio en Tercera, el Díter, tirando de dignidad había arrancado un empate in extremis , ante el Sevilla B y de madrugada. Pero el club azulgrana no está y, lo que es peor, casi ya ni se le espera a estas alturas tras cuatro derrotas seguidas.

El Marbella, sin hacer nada del otro jueves y suena a reiterativo un planteamiento casi calcado semanalmente, dominó cuando y como quiso el choque y llevó casi siempre el control del mismo. Lo de la primera parte es para sonrojar al más pintado, porque jugó con su rival como si de una marioneta impotente se tratase. Se adelantó en el marcador, marcó Abel (m. 30) y todo el mundo volvió a mirar a Toni García para demonizarlo. Tiene su culpa el meta cordobés. Pero no es patrimonio exclusivo suyo. Los conceptos defensivos del bloque de Ortuondo son de un equipo de guardería. Y eso sí hay que trabajarlo, a puerta abierta o cerrada, durante la semana. La diferencia es que cuando Toni García mira tras él no queda nadie a quien culpar.

EL EMPATE El Marbella pudo sentenciar en la primera parte. Y en la segunda también. Triangulaba, tocaba y llegaba con claridad, aunque sin acierto, a la meta local. Pero justo cuando más dominaba llegó el empate que firmó Cabello, le ayudase o no un defensa en su afán de sacar el balón (m. 62). Sólo a partir de ahí apareció el Extremadura y el Marbella empezó a conformarse con el empate. Pero la suerte/acierto que le faltó durante la mayor parte del choque se alió con los visitantes cuando el partido agonizaba en el referido 1-2 de Gaitán. La afición volvió a salir muy tocada en su moral, pero "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio", Serrat dixit .

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