Calderón

¡qué desilusión!

27 de mayo. X Día del Minibasket, Trujillo, gran ambiente. Mil niños y niñas practicando minibasket en la plaza. Calor, colorido e ilusiones en los chicos, 12 canchas repletas de equipos disfrutando de su deporte preferido, estupenda organización de la federación extremeña, gorras, camisetas y bocadillos... pero una pregunta continúa en el aire. "¿Maestro, cuando viene Calderón?". "Paciencia, ya llegará, que viene de muy lejos", es la respuesta.

La mañana pasa y Calderón no se presenta ni tampoco el ilustre invitado, el entrenador Porfirio Fisac. "Maestro, ¿porqué no viene Claderón?". No ha podido, tiene otros compromisos adquiridos con anterioridad. Desilusión, pero contentos con el día pasado. Y yo me pregunto: ¿por qué o quién tiene la culpa de primero ilusionar a los chavales y después decepcionarlos? Tiene la culpa la dirección de los Judex por no prever con anterioridad el compromiso de asistir el célebre baloncestista o no hay interés de presentar al deportista de élite como espejo en el que se pueden mirar los chavales y motivar al deporte base para que con esfuerzo y trabajado algunos puedan llegar, pero los más, que es lo que realmente nos preocupa, se habitúen a la práctica del hábito saludable del deporte a lo largo de su vida.

Tiene la culpa la federación, por no conseguir que un jugador del cual están orgullosos los niños extremeños por lo que ha alcanzado, aunque haya tenido que emigrar como otros muchos, esté con los futuros jugadores y jugadoras.

Tiene la culpa el propio Calderón por importarle más sus compromisos publicitarios que los niños extremeños y no estar donde por extremeño y por sentimiento debería. O, ¿tenemos la culpa los maestros que ilusionamos a los alumnos para ver a unos ídolos que con esfuerzo y dedicación han conseguido llegar lejos y que nos pueden servir como motivación para que los alumnos se enganchen al deporte como hábito de vida y salud?

MARCIANO JIMENEZ. Cáceres