ARGENTINA (13+30+32+8): Sánchez (5), Nocioni (21), Scola (13), Ginobili (7), Oberto (10) -cinco inicial-, Prigioni (0), Farabello (0), Gutiérrez (0), Delfino (14), Fernández (3), Herrmann (8) y Wolkowyski (2).

TURQUIA (11+12+17+18): Akyol (11), Serkan Erdogan (10), Solak (1), Peker (8), Demirel (4) - cinco inicial - Kurtoglu (5), Atsur (3), Arslan (2), Ilyasova (5), Kutluay (2), Gonlum (3), Erden (4).

ARBITROS: Terry Matthew Moore (USA), Jason Scott Butler (AUS) y Llija Belosevic (SCG). No excluyeron a ningún jugador por personales.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a los cuartos de final del Mundial de Baloncesto.

Argentina en su mejor versión, es decir, con la misma actitud en la cancha que empleó para proclamarse campeón olímpico en Atenas, apareció ayer justo a tiempo para resolver los cuartos de final frente a Turquía con una superioridad pasmosa (83-58). Argentina se presenta así en la semifinal del próximo viernes frente a España con todo su prestigio recuperado, después de algunos titubeos y también de varios pasos en falso durante la fase de preparación.

"Posiblemente hicimos nuestro mejor partido del torneo", reconoció Sergio Hernández, el seleccionador argentino, tras la clasificación, que considera a España como la favorita del cruce. "No ha perdido ningún partido ni antes ni durante el Mundial".

AGRESIVOS Si la selección española arrolló a Lituania en el primer cruce, Argentina fue igual de contundente frente a la joven Turquía, a la que llegó a dominar por 37 puntos. Si España llega a este punto con un rotundo balance de victorias de 7-0, lo mismo ocurre con la selección suramericana. Si los de Pepu han ofrecido una imagen compacta de grupo por encima de las individualidades, lo mismo puede decirse de su rival.

No puede ser más igualada una de las semifinales, que se presenta con un pronóstico incierto y unos precedentes abiertos a cualquier interpretación. "Somos dos equipos muy parejos que nos conocemos bien", explicó el base Prigioni. "Será interesante ver cuál de los dos impone su estilo". Para los argentinos cuenta el palmarés --son campeones olímpicos y subcampeones mundiales-- por encima de otras consideraciones.