Pep Guardiola considera que la obligación de los árbitros "es vigilar la violencia" y aventura que con Leo Messi los contrarios "hay momentos en los que se pasan" y no le extrañaría que un día "le harán daño de verdad". En el caso del argentino, el entrenador del Barça recuerda que últimamente "bola que toca, bola que va al suelo" y que los árbitros "no intervienen en este sentido". "Los árbitros saben cómo se tienen que hacer las cosas. Sólo digo que cuando hay reiteración de faltas, en las que pueden hacer daño, hay que proteger a los jugadores, no sólo a los del Barça, sino a los de todos los equipos", insistió. En cuanto a la situación del equipo, dijo que no le molesta que se esté dudando sobre su poder.