Barça y DKV Joventut se encuentran muy cerca de cerrar el que será el traspaso más caro de la historia del baloncesto español: 3,7 millones de euros por Ricky Rubio, el base internacional de El Masnou, de 18 años y 1,91, cuyo futuro se había convertido en una de las grandes incógnitas del verano.

La llegada de Rubio al Palau culminará un verano en el que la junta de Joan Laporta ha hecho una importante inversión económica en todos sus equipos profesionales, encabezada por el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic en la plantilla de fútbol y siguiendo por el bielorruso Siarhei Rutenka para la plantilla del balonmano, por el que pagó un traspaso cercano al millón de euros al Ciudad Real.

MAÑANA, RATIFICACION A la espera de la ratificación del acuerdo definitivo por parte de la junta directiva de la Penya, que tiene previsto reunirse en principio mañana viernes, Jordi Villacampa, presidente del club verdinegro, y Josep Cubells, responsable del baloncesto azulgrana han llegado a un compromiso que colma los deseos de todas las partes. El Joventut consigue una cifra récord por Rubio, que supera el tope establecido por el propio Barcelona en 1998 cuando desembolsó 500 millones de pesetas (3 millones de euros) al Peristeri de Grecia por hacerse con el alero serbio Milan Gurovic y muy superior a los 1,5 millones de euros que pagó el Real Madrid a la Penya por incorporar al base, Raúl López.

El Barça, mientras, se asegura la presencia al menos durante dos años del jugador joven de más talento del baloncesto europeo y completa una plantilla de lujo, posiblemente la más deslumbrante del continente. Y Rubio podrá seguir su progresión en Europa sin tener que moverse de su casa de El Masnou.

Todas las partes aguardan con expectación el cierre de una negocación que ha tenido en vilo a varios clubs del baloncesto europeo (Unicaja, Madrid, Olympiacos, Barcelona) durante todo el verano y que intentan llevar con la máxima discreción hasta el final. Las cuestiones básicas del trato están perfiladas,después de que Villacampa haya conseguido arrancar del Barça una cantidad similar a la que puso sobre la mesa el Madrid a principio de verano, en una intervención de su presidente Florentino Pérez.

La salida de Ricky al mercado, a pesar de tener contrato vigente con la Penya hasta junio del 2011, se produjo después de que éste expresara su deseo de dar el salto a la NBA y se presentara al draft de los jugadores universitarios. Todos los pronósticos lo situaban entre las tres primeras elecciones pero, finalmente, fue Minesota Timberwolves quien lo escogió en la quinta posición, lo que impedía al jugador asumir con su sueldo los 4,7 millones de euros que existía en la clásula de rescisión de su contrato.

La decisión del representante estadounidense de Ricky de interponer una demanda contra el club badalonés llevó la relación entre el jugador y el DKV a una situación límite.