Juan Bermejo es un empresario nacido en Arroyo de la Luz que, muy joven, fue a buscarse la vida a Madrid. 40 años después, ha vuelto a su pueblo a dedicarse, según ha dicho, al fútbol y a los caballos. Le han ido bien --muy bien-- sus negocios, y para él ha llegado la hora de disfrutar de la vida. Sus pujantes empresas las ha dejado en manos de sus hijos aunque, en realidad, Bermejo sigue muy al pie del cañón, pese a la distancia. El protagonista, perfectamente integrado en su localidad natal, ejerce desde hace casi tres años de mecenas del modestísimo club. Su empeño ha revertido en positivo: de Preferente a Tercera en un año, el pasado en los puestos altos con fase de ascenso a Segunda B incluida, y en éste un nuevo proyecto ambicioso que nace, en gran parte de su bolsillo. Arroyo se ha volcado con su benefactor, que incluso promueve la ampliación del estadio Municipal, comprometiéndose a sufragar el 50 por ciento. Para mí no hace falta sacar conclusiones. Los datos abruman. ¡Ojalá hubiera muchos Juan Bermejo!