Si no fuera por que el finés Mikko Hirvonen (Ford) es líder del Rally de Australia, tras los dos abandonos por accidente de los Citroen de Sebastien Loeb y Sebastien Ogier, se hablaría solo de que la FIA ha excluido a Kimi Raikkonen del mundial de constructores por no presentarse a correr la prueba de las antípodas. "Australia está demasiado lejos", fue la explicación de su ausencia a un periodista finlandés que sigue su trayectoria desde la F-1.

El Ice 1 Racing, el equipo de Raikkonen, no podrá sumar en el campeonato y ha sido obligado a pagar una multa de 16.000 euros. Kimi se fue despechado de la F-1 y no ha acabado de cuajar en los rallyes. Su rendimiento está muy lejos de sus compatriotas como Hirvonen, que ha aprovechado los accidentes de los coches oficiales de Citroen, en el segundo y el cuarto tramo, cuando eran líderes, con lo que ahora es primero por delante de su compañero de equipo, el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford) y de conseguir la victoria, se reengancharía a la lucha por el mundial.

La pugna fraticida entre Ogier y Loeb se complicó con la lluvia que dejó los tramos como una pista de patinaje. El siete veces campeón del mundo llegó a una curva lenta después estar tocando algunos de los mandos del interior del vehículo. No frenó a tiempo y terminó fuera de la pista y volcó. Ogier pasó a ser líder, pero le duró poco, porque se salió también de la pista, al chocar contra unos árboles. Se espera que los dos regresen a la competición mañana, pero será ya con mucho tiempo perdido, y sólo optarían a sumar algún punto para el campeonato de constructores.