Uno de los mejores equipos de la LEB Oro visita el Multiusos esta noche (21.00 horas) para examinar cómo ha encajado el Cáceres Patrimonio de la Humanidad su dolorosa derrota del pasado viernes en Granada, tras dos prórrogas y disfrutar de 13 puntos de diferencia al descanso. El Ford Burgos aparece como un exigentísimo test para un equipo que cuenta con la duda del mejor anotador de la liga, José Angel Antelo, igualado con Troy DeVries (Melilla) con 20,7 puntos por partido.

Muchos ojos estarán pendientes del tobillo derecho del ala-pívot gallego, fundamental en la estructura de juego de Gustavo Aranzana, sobre todo a nivel ofensivo. El propio técnico decía ayer que su participación estaba "al 50%", que los médicos eran "pesimistas", pero que Antelo quería jugar. Y, como suele pasar, si el jugador tiene disposición a saltar a la pista con dolor, lo hará, aunque a riesgo de agravar su esguince de grado 2 y no llegar tampoco en perfectas condiciones para la otra cita complicadísima de la semana, el domingo en pista del Menorca.

A buen seguro que los burgaleses se alegrarían de no tener enfrente a Antelo. Ellos también llegan con bajas, aunque de menos relevancia: el pívot Pep Ortega y el escolta Albano Martínez. Además, Mateo Kedzo acaba de salir de una lesión y Rafa Huertas anda renqueante por un golpe en el glúteo.

PASANDO PAGINA "Las derrotas duran 24 horas", señaló. No lo pareció. La habitual conferencia de prensa prepartido de Gustavo Aranzana giró probablemente más sobre lo ocurrido en Granada que sobre el choque de hoy, aunque sí analizó al rival como "un equipazo, el más duro de la liga en los bloqueos, la defensa, el rebote... Tiene jugadores de una calidad tremenda".

Pero La Alhambra seguía en el ambiente. El técnico dijo que había pasado "un fin de semana horrible", pero intentó restarle dramatismo a sucumbir otra vez fuera de casa en similares circunstancias. "Vamos a ser realistas. Estaría más preocupado si hubiésemos perdido por 30 y no hubiésemos competido", reiteró.

Además, volvió a quejarse de la exigencia que, en su opinión, hay alrededor de su equipo, como hizo la pasada temporada en varias ocasiones. "No nos vamos a suicidar por perder en Granada. No sé si pensamos que tenemos una locomotora. Siempre somos favoritos. No nos quitamos la presión ni con agua caliente", dijo muy gráficamente, reconociendo que "fuera de casa nos va a costar mantener la concentración táctica".

La concentración táctica. El tema fue recurrente, sobre todo cuando se le preguntó por Carleton Scott, a quien ha probado como '4' en el caso de que Antelo no pueda jugar finalmente. Su rendimiento está bajo mínimos. "Entrena bien, pero le es muy difícil estar centrado. Va a acabar haciéndolo correctamente. No le pedimos que meta 25 puntos", indicó Aranzana.

Otro nombre sobre la mesa fue el de Carlos Cherry. "Lo que le pasó en Granada fue raro. Fue un cúmulo de desaciertos increíble. No le salió nada. No conseguía ni subir el balón, se resbalaba, hizo dos faltas en ataque al contragolpe... Pero no le vamos a matar si él mismo ha dicho que ha sido el peor partido de su vida. Todos tenemos un mal día", apuntó. ¿Ha hablado con el jugador? "Nos conocemos muy bien. Hemos hablado, pero a veces son más significativos los silencios que las palabras".

¿Seguirá siendo Cherry titular, como en los últimos partidos? Su compañero de posición, Dani Rodríguez, está rindiendo a un gran nivel, pero Aranzana sabe que no puede dar por perdido al andaluz tan pronto, por mucho que no haya vuelto a ser el jugador que impresionó con la misma camiseta hace apenas dos temporadas.

RIVALIDAD Si hay un club con el que el baloncesto cacereño cultive un cierto antagonismo durante esta última etapa es el Ford Burgos, que ya le amargó el debut en LEB Oro de la temporada 2008-09 en el Multiusos (72-82). El punto culminante fue el año siguiente, cuando el conjunto dirigido por Andreu Casadevall eliminó con bastante claridad a los extremeños en la primera ronda de los playoffs (3-1). Pocos jugadores quedan en uno y otro equipo de aquel entonces. La pasada campaña también hubo un partido que marcó un antes y un después para el Cáceres: la derrota en El Plantío a principios de la segunda vuelta (84-74). De haberlo ganado se habría situado tercero en la tabla. A partir de entonces, todo fue bajar posiciones.