Cada uno de los cuatro equipos extremeños de la Segunda División B tenía sus preocupaciones. Incluso hasta el Badajoz, en gran momento de forma, cuya directiva se había quejado recientemente de que el apoyo social era poco para un proyecto que quiere ser importante. Pero ha sido un fin de semana casi redondo, no solamente para los pacenses (2-1 al Sevilla Atlético), sino para el Cacereño (3-2 al Ejido), el Villanovense (2-2 en Almería) y Sporting Villanueva (1-1 en La Unión).

Con sus matices, casi todas las penas se ahogaron en el campo. El Cacereño solventó su encuentro, con remontadas incluidas, ante un Ejido también metido abajo. Con algún problema en el cobro y muchas dudas deportivas por la acumulación de malos resultados, los futbolistas se aferraron a su fe para cumplir con el objetivo de sumar 11 puntos, situarse en el puesto 13 y, de momento, alejarse algo del peligro.

"Si no ganamos a un rival directo como el Ejido, no merecemos estar en Segunda B", había manifestado el entrenador, Pedro Pablo Braojos, 48 horas antes del duelo. La arenga surtió efecto. Y el técnico, crecido, afirma que todo ello debe tener continuidad. Eso sí, lamento incluido, ya que el técnico toledano aseguró que su equipo debería llevar "al menos cuatro puntos más" en cuanto a merecimiento acumulado, especialmente en un par de partidos de casa. Para el próximo domingo, Rubén Palero, goleador inopinado ante el Ejido y quizá quien mejor encarne la garra del equipo, será baja por acumulación de amonestaciones.

Vistosidad pacense

El momento más dulce lo viven en Badajoz. Y es que el equipo de Víctor Manuel Torres Mestre, y especialmente el propio entrenador, sigue acumulando elogios por su apuesta por un fútbol de toque, que ya hasta da excelentes prestaciones en forma de triunfos, que es lo que realmente importa. Tardaron en aparecer los resultados, pero la trayectoria se adivina positiva. De momento, el Badajoz es octavo, con 16 puntos. El domingo, ante el Sevilla Atlético, las crónicas hablan de un juego espectacular en el primer tiempo.

El Villanovense hizo la verdadera machada. Días después del 'SOS' de su directiva en cuanto a la falta de apoyo social (490 abonados se consideran muy pocos) empató un partido con dos goles en los últimos minutos. Y lo hizo Lolo Guerrero, un defensa, en los minutos 90 y 92, 'a lo Alexanco'. 11 puntos, los mismos que el Cacereño, y sobre todo un rearme de moral tremendo.

Lo que realmente sigue siendo de mérito superlativo es lo que está haciendo el Sporting Villanueva. No ganó de milagro en La Unión (le empataron en el 87), pero es increíble cómo una plantilla que mantiene un encierro durísimo es capaz de competir con solvencia con el añadido de que el larguísimo desplazamiento a Murcia lo hacen el mismo día. Lo peor es que sigue sin haber soluciones para una plantilla y cuerpo técnico que lo merecen todo, muy por encima de que sus resultados sean unos u otros. El Sporting Villanueva pelea ahí abajo (puesto decimosexto, 9 puntos) y el próximo sábado recibirá al líder, el Betis B (16.00 horas). Lo seguirán dando todo, ya lo avisan los sufridos futbolistas.