Estreno aceptable

El temor extendido entre los culés por que el Bayern, con más de un mes de entrenamiento y su equipo titular al completo, se ensañara con un Barça tierno, sin rodaje y sin muchos internacionales, quedó en un susto y un resultado tolerable (2-0) dadas las especiales circunstancias que rodeaban el partido de ayer en Múnich, un duelo que los contratos firmados obligaban a jugar pero que el sentido común, hace ya tiempo, invitaba a suspender o aplazar para mejores ocasiones.

El Barça, el primer equipo, o lo que podía alinearse del campeón de Liga, saltó al Allianz Arena con el objetivo de adquirir minutos juego y, también, salvar con honor la afrenta del conjunto de Guardiola, que se estrenaba ante su afición con el deseo de brindar un buen espectáculo.

Jordi Roura --Tata Martino no llega hasta hoy y será presentado mañana-- puso en el primer tiempo a los mejores que tenía, con Messi como delantero centro, pero muy pronto se vio la diferencia abismal de preparación entre unos y otros. Eso, y la calidad de las estrellas del Bayern, hicieron sufrir especialmente a la defensa, sobre todo a Montoya y Bartra, que se las vieron y desearon tratando de frenar a un inspirado Ribéry.

También Mascherano las pasó canutas en algún trance. El argentino sufrió para sacar el balón por la intensa presión bávara, tarea en la que también suspendió Bartra, e igualmente estuvo tibio en el juego por alto. Tanto, que el más pequeñito del Bayern, Lahm, marcó de cabeza tras un centro de Ribéry adelantándose al Jefecito . Una acción que dejó clara una cosa: ya fuera con Tito, con Luis Enrique o ahora con Martino, el nuevo entrenador, el Barça necesita un central de garantías como el aire que respira.

OCASION DE MESSI El Bayern dominó, pero el primer susto lo dio el Barça a los 36 segundos. Messi recogió un balón perdido en la zona de tres cuartos, avanzó sin oposición y, desde el borde del área, sacó un zurdazo seco. La pelota salió rozando el poste de Neuer y el Allianz enmudeció.

La réplica alemana llegó a los cuatro minutos. Ribéry, empeñado en sacar los colores a Montoya, tiró un centro por la izquierda que Adriano despejó cuando Robben se disponía a marcar a puerta vacía. Al Barça le costaba horrores trenzar tres pases seguidos y las pérdidas propiciaban que el Bayern se metiera en el área de Pinto, que no paró de gritar y animar ante el vendaval alemán.

En la segunda parte no jugó el Barça. Jugó el Barça B. Y cumplió de sobras ante el campeón de Europa, que solo pudo marcar el segundo tanto en el minuto 86, gracias a un remate a bocajarro de Mandzukic, que batió a un inspirado Oier. Los niños del filial ya pueden contar que han jugado en el Allianz Arena. Salvado el escollo para ambos. Para el Barça por estar poco rodado, pero también para el Bayern de Pep.