La Federación Española de Natación confirmó ayer la presencia de Fátima Gallardo (Badajoz, 24 de mayo de 1997) en los relevos 4x100 y 4x200 libre del equipo olímpico que competirá en Río de Janeiro este verano. Su presencia se une a la ya conocida del almendralejense Miguel Durán. La pacense habla con emoción de algo que le ha costado mucho lograr.

--¿Cómo se siente?

--Pues la verdad... No sé cómo sentirme. Sobre todo alegría, claro. Es estupendo poder decir abiertamente cuando me preguntan que sí, que voy a ir a Río. En las últimas semanas, después de lograr la mínima en el Europeo, podíamos pensar que iba a ser así, pero no era algo oficial. Por fin sí podemos confirmarlo y estoy muy contenta.

--¿De quién se acuerda en estos momentos?

--Sobre todo, de mis padres, de mi familia más directa. Son ellos los que se han comido todos mis agobios, todos los momentos en los que me he hundido y ellos han estado ahí para apoyarme. He tenido que afrontar muchos cambios.

--Ha sufrido mucho con sus problemas en la espalda...

--Sí, fue horrible. Durante casi toda la temporada pasada estuve parada obligatoriamente y no terminaba de recuperarme. Perdí mucha forma física. En esta, he vuelto a ser un poco yo misma, pero después de mucho esfuerzo, de no dejar ni un momento de trabajar.

--¿Para usted es un premio menor ir en pruebas de relevos y no en individual?

--La alegría debe ser la misma porque ir a unos Juegos Olímpicos es algo increíble, pero entiendo que se pueda decir que mi progresión se ha parado a nivel individual respecto a hace dos años. No es tanto así porque algunas de mis marcas, como en 200 libres, sí las he mejorado, y en mi cuerpo está seguir mejorando las demás. Estoy segura.

--¿Cuál es su objetivo en Río?

--Soy una persona que no rinde bien cuando está agobiada, presionada. Simplemente, no puedo. Lo he llegado a hablar con psicólogos y hemos llegado a la conclusión de que, si me olvido de todo y disfruto nadando, mis resultados siempre van a ser mejores. Es lo que me ocurrió en el Europeo, cuando ya creí que no tenía opción para ir a Río. Tengo que ir allí a eso, a disfrutar.

--¿Qué tiene la natación extremeña que produce tantos especialistas para la élite?

--Tanto Miguel como César Castro, que es una pena que no pueda venir a Río por su operación, nos dejamos la vida en la piscina y tenemos muy buenos entrenadores. Es eso.