Diez jornadas le ha costado a los equipos extremeños de Segunda B romper el maleficio como visitantes. En las nueve primeras semanas de competición ninguno había sido capaz de ganar en campo ajeno y, a la décima, dos victorias lejos de tierras extremeñas para Extremadura y Badajoz. El Villanovense también suma un triunfo fuera del Romero Cuerda, pero la consiguió gracias a la alineación indebida del San Fernando. Aparte de ese resultado, tres empates. Dos tienen los azulgranas y los blanquinegros y tres suma también en Mérida, que el domingo vio como el Romano dejaba de ser un fortín.

Ganar a domicilio en esta categoría es muy difícil y se estaba convirtiendo en una obsesión para los extremeños. Especialmente para el Extremadura, que veía como el buen fútbol desplegado en el Francisco de la Hera no se dejaba después ver en otros campos, donde hasta el domingo sumada dos derrotas y dos empates. Con nuevo técnico en el banquillo, Manolo Ruiz, los azulgranas se mostraron poderosos lejos de Almendralejo, mostrando la intensidad que el nuevo entrenador quería para su equipo. «Hemos sido un equipo sólido, inteligentes diría yo, porque hemos esperado a ese error del rival para ganar los tres primeros puntos fuera de casa», declaraba Ruiz, que el sábado se estrenará ante su público ante el Jumilla (19.00 horas) para iniciar una intensa semana que le llevará a jugar el miércoles 1 de noviembre en Melilla y el domingo 5 de nuevo en el Francisco de la Hera frente al Cartagena.

El Badajoz coge impulso

Entre los extremeños es aún el peor clasificado en el grupo IV de Segunda B, pero de momento el Badajoz es el único que ha sumado dos victorias seguidas, la última, al igual que el Extremadura, a domicilio. Los blanquinegros ya se han quitado los nervios por el estreno en la categoría y empiezan a coger impulso. De momento la zona de peligro sigue muy cerca, pero las sensaciones, y los resultados, son los correctos. En Marbella funcionó tanto en el apartado ofensivo -aunque volvieron a desaprovechar muchas ocasiones, como después recordó el técnico Juan Marrero- como en el defensivo, cuando fueron capaces de aguantar las embestidas del conjunto marbellí. «Quiero destacar el corazón de todo mi equipo», dijo el entrenador. La victoria fue cara, y no por la expulsión de Ruano: tanto Alex Rubio como el portero Fernando recibieron puntos de sotura, aunque lo más probable es que ambos estén listos para jugar el domingo ante el San Fernando en el Nuevo Vivero (17.00).

La racha del Villanovense

Sumar durante siete semanas seguidas no es nunca fácil en la categoría de bronce, pero el Villanovense lo ha conseguido. En Villanueva de la Serena dan por bueno el punto logrado ante el Linense, pero saben que será más valioso si está apoyado por alguno más de fuera. Los de Iván Ania juegan el sábado en el campo del líder (Écija, 18.30 horas), un test complicado ante un equipo que su campo no acaba de ser cien por cien fiable, aunque eso sí, no ha perdido aún (sí ha empatado en dos ocasiones).

Ante el Linense, el Villanovense demostró que tiene variantes de fútbol y que solo necesita que las lesiones respeten a sus jugadores. Si Ania cuenta con todos, el conjunto serón podrá plantar cara a cualquiera.

La trampa del Mérida

No todo fueron alegrías en la última jornada. El Mérida hizo quizás su peor partido de la temporada y dejó escapar sus tres primeros puntos del Romano. «El equipo no ha dado la talla», dijo su entrenador, que se arrogó parte de la culpa. Como al Villanovense, las lesiones están lastrando mucho su juego, aunque el domingo ante el Lorca Deportiva debutó su último fichaje, Javi Hervás, y demostró que puede aportar mucho el equipo emeritense, que el domingo visita al Linense de Julio Cobos, un equipo que, al igual que el Mérida, piensa en meterse en el play off.