AJuan Bautista Pérez, el jugador de tenis de mesa paralímpico más laureado de la región, le molesta que le pregunten constantemente que cuándo va a retirarse. Afincado en Almendralejo hace casi 30 años, ya tiene billete seguro para disputar sus segundos Juegos Paralímpicos, el próximo año en Tokio. Cuando regresó de Río de Janeiro con la medalla de plata colgada del cuello, la prensa sólo le preguntaba si era la guinda de su carrera. Juan repetía constantemente que no, que había que pensar en Japón. Y Tokio ya está asegurado.

Un año y algunos meses le quedan por delante a este fenómeno del tenis de mesa adaptado que volverá a aspirar a todo en su categoría clase 9, camino de los 52 años: «No es fácil llegar, pero ahora no hay que relajarse. Queda un año y pico de máximo trabajo porque mi deseo, ahora mismo, es traerme otra medalla para Almendralejo y Extremadura». Volverá a tener dos opciones, en individuales y por equipos.

En principio, la normalidad para las competiciones internacionales de tenis de mesa volverá en septiembre, momento en el que empezará una preparación más constante. Hay torneos internacionales previos importantes en Italia, Eslovenia, Eslovaquia o Jordania, aunque el hecho de estar ya clasificado puede ahorrarle algún viaje.

Actualmente, está entre los cinco mejores del mundo de su ranking. Será el más mayor en competir en su categoría y tendrá partidos ante jóvenes a los que sacará 30 años. Pero Juan Bautista Pérez es infinito, incombustible. «Y no sólo pienso en Tokio, sino que cuando me baje del avión ya estaré pensando en París 2024». Un maestro eterno.