La fiesta de los playoff en Extremadura se saldó con tres ascensos de campeones y una cenicienta que tiñó de pesadilla el sueño de toda una región. Burgos e Ibiza se sumaron ayer a los ascensos de Real Sociedad B y Amorebieta para completar los cuatro billetes sellados en Extremadura con destino al fútbol profesional. Los ascensos de Burgos, Real Sociedad B e Ibiza eran probables. El del Amorebieta ha dejado un sabor más que amargo de ver pasar estos playoff por aquí. En lo deportivo, claro está, porque en lo económico todo son ganancias. 

Faltó a su fiesta el Badajoz porque nunca tomó en serio a un Amorebieta que se había pasado toda la semana meditando el crimen. Lo cocinó a la perfección, aunque todavía ayer ni el propio equipo vasco lo creía. 

Después del mazazo, el Ibiza tomó el Nuevo Vivero para hacer los deberes que no pudo el Badajoz. Ganó con portería a cero y un gol de penalti. Pero ganó y cumplió, sin mucha brillantez, pero haciendo bueno el trabajo de todo el año. Amadeo Salvo, su propietario, ya tiene a su Ibiza en el fútbol profesional después de dos intentos con potencia.

Jugada del Badajoz-Amorebieta del domingo. A. Rodríguez

Otro nombre triunfador es el del Burgos, que necesitó la prórroga para tumbar al Athletic B (1-0), pero le bastó para hacer bueno su campeonato regular. Impresionante su afición, que tomó desde primera hora Almendralejo e hizo vibrar el Francisco de la Hera durante casi tres horas.

Les acompaña la Real Sociedad, de Xabi Alonso, otro de los triunfadores. El campeón del mundo se estrena por la puerta grande en los banquillos. Almendralejo será siempre recordado para él. Su nombre no tardará en estar pronto en un banquillo de elite.

Y también ganó la hostelería. Durante dos fines de semana, miles de personas de muchos puntos de España han tomado Badajoz, Almendralejo, Villanueva y Don Benito. Ayer, sin ir más lejos, otros casi 2.000 burgaleses en Almendralejo, con bares y restaurantes a pleno pulmón. Son las únicas victorias que se quedan en casa. La más importante, aunque cueste aún creerlo, se escapó.