PRIMERA RFEF

Cuenta atrás para el Extremadura UD

El próximo viernes 24 acaba el plazo otorgado por el administrador concursal para la llegada real de los inversores

Jordi Lardín y Manuel Franganillo

Jordi Lardín y Manuel Franganillo / Extremadura UD

La cuenta atrás para saber cómo será el desenlace administrativo e institucional del Extremadura UD ha comenzado. Este próximo viernes 24 de septiembre finaliza el plazo que fijó el administrador concursal del club, Bernardo Silva, para que el grupo inversor (Emirates Khalifa Group) depositara la inyección económica firmada y pactada con el Extremadura y que supera los 3,5 millones de euro, única alternativa para dar viabilidad a corto, medio y largo plazo al club. En el informe remitido al juzgado, Bernardo Silva señalaba que si esa inversión no llegaba en tiempo, el club se vería abocado de manera «indefectible» a la liquidación. Pero, ¿es realmente el 24 de septiembre la fecha límite?

Según ha podido saber este periódico, el hecho de que el dinero no llegara el 24 de septiembre no implicaría de manera automática el inicio de un proceso de liquidación. Hay que recordar que hace unas semanas, el juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz aplazó la junta extraordinaria de acreedores que se iba a celebrar el 15 de septiembre para señalarla para el 27 de octubre. Esa junta de acreedores es esencial para aprobar el convenio de pago a acreedores, paso obligatorio para que el club tenga viabilidad. Si el dinero no llega antes del 27 de octubre, el Extremadura tendría difícil convencer a los acreedores en una junta sin garantías de dinero. Realmente, el dinero tiene que llegar antes de ese 27 de octubre y, verdaderamente, esa sería la fecha clave. Pero, ¿qué hay detrás del 24 de septiembre entonces?

El gran problema del Extremadura es que su remanente de tesorería está al límite y ese estrangulamiento le podría impedir en las próximas fechas hacer pagos naturales relativos al devenir de la competición. Así lo expresó el propio Bernardo Silva hace unos días en una entrevista en Canal Extremadura, indicando que «los recursos económicos del club se van agotando para el día a día. Al haber ganado un mes, el dinero queda mediatizado a la nueva fecha, pero en estos momentos el club tiene una capacidad económica limitadísima y, si no llega el dinero antes de ese 24 de septiembre, es probable que no se puedan afrontar gastos y las dificultades para seguir en competición van a ser reales»

No es un órdago, sino una realidad. No sólo es que el Extremadura deba mucho dinero, sino que se queda sin cash para afrontar su día a día. El grupo Khalifa no aparece, de momento, y la plantilla sigue esperando soluciones. Algunos optimistas, otros pesimistas. 

Sobre la no llegada del dinero, Bernardo Silva dice que «son cuestiones burocráticas que escapan a nuestro control. Es más un problema de naturaleza administrativa que de voluntad por parte del Grupo Khalifa. Hay un acuerdo que hasta yo mismo he intervenido y el compromiso para hacer la inversión es firme. La realización efectiva y los movimientos de capitales tienen sus tiempos y dificultades. Y todo eso es lo que está retrasando la llegada del dinero», dice el administrador. 

Expectantes

A días para que expire ese plazo, la plantilla del Extremadura y Manuel Mosquera siguen expectantes. «No podemos pensar que por ganar un partido se olvidan las cosas. Queremos que se solucione, pero de momento, nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer, que es ser profesionales. Pero está claro que el club sigue buscando soluciones a los problemas.