Después de una semana de celebración de Emerita Lvdica en la capital extremeña, la guinda la puso la victoria dominical del Mérida en La Nucía por dos a cero frente al Teruel. Los goles de José Gaspar y de Nacho González pusieron el delirio en el Camilo Cano, pero también en las calles emeritenses, por lo que además de sobre el césped del feudo olímpico de los alrededor de 500 aficionados que viajaron hasta tierras alicantinas, también lo hicieron lo cientos que abarrotaron la Plaza de España de la capital.
En ese mismo escenario es donde tienen lugar en la tarde de este lunes los actos oficiales del celebración del ascenso.
En primer lugar, está previsto que la expedición llegue a las 20.00 horas al Hornito para realizar una ofrenda floral a la patrona de la ciudad, la Mártir Santa Eulalia. Unos veinte minutos después atravesarán la Plaza de España para acceder al ayuntamiento donde serán recibidos por el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna. Por último, será a partir de las 20.30h, cuando irán apareciendo en una plataforma que se ha colocado en la fachada del consistorio, cada uno de los miembros del cuerpo técnico, de la plantilla y de la directiva del club emeritense.
Con este ascenso a Primera RFEF, el Mérida vuelve a la tercera categoría del fútbol español. Una vez que se conocen los ascensos y descensos de la misma, falta por dirimir los movimientos de subida y bajada a Segunda División, a partir de lo cual se conocerá la configuración de los dos grupos. La temporada pasada, se tuvo un criterio geográfico en el que se dividía de manera imaginaria a la Península Ibérica con una diagonal que dio lugar a que los extremeños tuvieran que hacer desplazamientos a comunidades del norte como Galicia o Cantabria, y sin embargo, no se enfrentaban a los clubes sevillanos.
A la espera de cómo quede dicha configuración, lo que parece seguro, si los problemas económicos pacenses no lo impiden, es que la temporada próxima se van a reeditar los clásicos del fútbol extremeño entre el Mérida y el Badajoz tanto en el Romano José Fouto como en el Nuevo Vivero.
