0- Socuéllamos: Diego Nieves; Antonio, Toboso, Siu, Carlos Martínez, Barahona (Heranz 75’), Yimi, Xavi Pons (Palomino 56’), Godoy (Christian 56’), Pepe Delgado, David Agudo (Bayo 75’).
0- Cacereño: Alfonso; Aguado, Capa, Traoré, Molina, Telles (Clausí, 63’), Ruymán, Iván Fernández (Samu Manchón, 80’), Garci (Pedro, 70’), David Grande (Solano, 70’), Karim.
Árbitro: Morona del Campo (comité madrileño). Amarilla a Barahona, Antonio, Bayo; y al visitante Aguado.
Incidencias: Encuentro de la octava jornada de liga en Segunda Federación disputado en el estadio Paquito Giménez de Socuéllamos. Aproximadamente unos 900 espectadores en las gradas.
Empate justo entre Socuéllamos y un Cacereño que llegaba al Paquito Giménez como segundo clasificado y que se postula como uno de los favoritos a luchar por el ascenso. El partido estuvo condicionado en todo su desarrollo por el fuerte viento, un invitado muy habitual en este campo, lo que dificultó tremendamente el juego y derivó en un encuentro muy trabado y escaso de ocasiones, donde el conjunto extremeño supo adaptarse a las dificultades que se le presentaban.
A pesar de ello, la constante incertidumbre del 0-0, hizo que el partido, a falta de que llegase la calidad, resultase emocionante desde este punto de vista.
La primera acción protestada fue un penalti reclamado sobre el local Barahona, que es agarrado de la camiseta dentro del área por Molina pero que el árbitro no lo marcó como tal.
La respuesta en la otra portería, en el minuto 15, llegaba gracias a un pase en profundidad sobre Iván Fernández al que responde con una gran intervención Diego Nieves, que salvaba a su equipo de encajar un tanto que ya se cantaba.El 7 del Cacereño estaba totalmente solo
El partido, como se preveía en función de la climatología, carecía de juego por bajo y el balón pasaba poco por los jugadores de medio campo, abundando las acciones directas ante la dificultad para tener un cierto control y poder elaborar con mayor criterio.
Carlos Martínez también ponía a prueba al meta rival en un cabezazo a saque de banda donde Alfonso tiene que hacer una gran estirada para evitar el gol del zaguero azulón.
En la segunda parte, al poco de la reanudación, eran los futbolistas de Julio Cobos los que pudieron decantar el marcador a su favor de no ser por un fallo del delantero David Grande, que remataba alto a escasos metros de la línea de gol.
El técnico del decano extremeño movía su banquillo dando entrada a Clausí por el mexicano Telles. Sergio Campos hacía lo propio con un doble cambio que pareció hacer que el equipo se volcase más sobre el campo contrario, un dominio territorial que resultó infructuoso, mientras el Cacereño posiblemente había gozado de las acciones más claras para haber decantado el marcado a su favor, máxime cuando a posteriori el defensa Traoré estrellaba un testarazo en el larguero.
Más cambios tratando de dar un giro al choque que difícilmente se podría producir, Grande y Garci dejaban su lugar a Solano y Pedro. El delantero ya había gozado de una gran ocasión y Cobos trataba de buscar un revulsivo en el ataque frente a la bien plantada zaga local, acostumbrada a este tipo de choques.
También hay que decir, que el Cacereño, un equipo hecho para otras cosas, supo ponerse como suele decirse, el mono de trabajo, para afrontar un partido muy complejo, aguantando las acometidas de los locales cuando más se volcaron sobre la meta defendida por Alfonso.
En la recta final, más penaltis reclamados, uno sobre Samu Manchón para el Cacereño y otro sobre Bayo que tampoco el colegiado estimó señalar. Empate final que nadie pudo deshacer y que les hace bien a los dos equipos, que se mantienen en puestos de objetivos y así lo dejaron de manifiesto ambos entrenadores al término del encuentro, dándolo como bueno.
La próxima jornada, el Cacereño se medirá a otro conjunto castellanomanchego, será en el Príncipe Felipe ante el Guadalajara a partir de las 12.00 horas. El rival llegará herido tras haber perdido por 0-2 este domingo ante el Villanovense y querrá resarcirse en el Príncipe Felipe.
