Fútbol. Segunda Federación

Empate bipolar en el Cacereño-Llerenense

El 0-0 final del soporífero derbi del Príncipe Felipe frustra a los de Julio Cobos y contenta a los de Luismi Álvarez

El Cacereño solamente apretó en la recta final, en la que el meta visitante Kilyan ejerció de héroe con dos paradones

Pablo Platero, en el suelo tras un lance.

Pablo Platero, en el suelo tras un lance. / Javier Valiente

José María Ortiz

José María Ortiz

0-Cacereño: Robador, Iván Martínez, Lobato, Fran Serrano, Matovu (min. 76, Jorge Barba), Clausí, Deco, Telles (min. 64, Diego Díaz), Iván Fermández (min. 46, Fran Viñuela, Piri, mim. 90)), Karim, Lolo Plá.

0-Llerenense: Kellyan, Pedro Toro (min. 79, Alvaro González), Pedro Inglés, Mario Ramón, Juape, Montemayor, Dani Martínez, Quezada (min. 66, Laerte), Juanpe, Mario Tomé (Bayo, m 79), Pablo Platero (min. 87, Pablo Guerrero), Maikel.

Árbitro: Raúl de la Mata Martínez (Madrileño). Mostró tarjetas amarillas a Matovu, Deco, Iván Martínez, Mario Tomé, Montemayor. Tarjeta roja directa al jugador del Llerenense Juanpe (min. 88).

Incidencias: Encuentro de la decimocuarta jornada del grupo 5 de Segunda Federación disputado en el Príncipe Felipe ante la presencia de 2.227 espectadores (cifra oficial).

El Cacereño acabó frustrado y el Llerenense feliz en el final del insípido derbi extremeño de la jornada en Segunda Federación (0-0). En un duelo en el que solamente hubo emoción en el tramo final con el arreón verde, el resultado repartió equidad y justicia, abundó en el tremendo déficit como local del grupo de Julio Cobos y confirmó la condición de equipo competitivo de los de Luismi Álvarez, influencer máximo de un grupo de futbolistas de convicciones colectivas bien ejecutadas y que tiene pinta de salvar con éxito y ejemplaridad la temporada.

El primer acto tuvo ausencia de todo lo que significa carácter ofensivo. Fútbol control de los dos en la máxima dimensión, con un inicio tibio y algo más de dominio del CPC. Pero en el ambiente sobrevolaban viejos fantasmas: el Cacereño estaba más pendiente de no cometer sus catastróficos errores de esta temporada en casa, que le han penalizado constantemente al punto de acumular cuatro derrotas seguidas. 

El Llerenense, en apariencia con mucho respeto a la historia de su rival pese a que come ahora en la misma mesa, se concentraba en contemporizar mucho más allá de tener vocación atacante. Atrás se mostraron perfectos, con una defensa expeditiva bajo el paraguas del liderazgo del exverde Mario Ramón, futbolista por el que no pasan los años. Tampoco por Mario Tomé ni su zurdita. Extraordinario fue también el desempeño de Pedro Toro en la derecha. No hacía falta más: el Cacereño amaneció romo.

En media hora apenas había sucedido nada más allá que un par de escarceos por equipo, desde luego sin peligro. Mucho toque, poco riesgo y ni una sola ocasión de gol. Como diría el clásifico clásico, soporífero.

Solamente se rozó realmente el gol en el minuto 42, con un lanzamiento lejano y sin portero de Telles que se fue fuera por muy poco. Poquísimo bagaje, pese a las buenas maneras de Deco en la construcción de los locales. En los visitantes, las cabalgadas de Pablo Platero no encontraron premio en forma de rematador.

Segunda parte

En el segundo tiempo Cobos introdujo a Fran Viñuela, que no es titular en los dos últimos partidos por problemas en un hombro, por un Iván Fernández más errático que de costumbre. Toda una declaración de intenciones que tuvo su prometedora continuidad en un cabezazo de Telles demasiado alto.

El juego distaba mucho de mejorar. La grada ya no perdonaba los fallos ni la indolencia en ciertas acciones. El derbi caminaba del lado llerenense, que en absoluto sufría atrás.

Luismi hizo un cambio claramente ofensivo buscando verticalidad, viendo que podría tener su oportunidad, con la inclusión de Laerte. Hubo un cuarto de hora de dominio de balón de los de la Campiña Sur, que no llegaron a rematar en todo el partido a Robador, haciendo Maikel otras funciones más relacionadas con la pelea psicológica ante el rival, alguna vez excesiva en cuanto a intensidad y diálogo.

Fran Viñuela se retira dolorido antes del final.

Fran Viñuela se retira dolorido antes del final. / Jorge Valiente

En el CPC fue primero Diego Díaz y después Jorge Barba los que fueron saliendo (por fin) para situar una defensa de tres e ir a por el partido. Esta sociedad es, hoy por hoy, la que más rédito le da a los verdes, aunque Cobos siga sin verlo claro. En su descargo puede estar que Barba también estaba renqueante, aunque en semanas anteriores tampoco ha sido pieza prioritaria en el equipo, circunstancia difícilmente comprensible.

Embotelló en los minutos finales el Cacereño al Llerenense. Llegó la roja a Juanpe por una criminal entrada a Viñuela, que se tuvo que marchar lesionado. En una acción anterior pudo haber sido objeto de penalti en una jugada que no tuvo el ruido que mereció. En la de la lesión resultó increíble, además de que el árbitro no parara el partido si iba a expulsar a Juanpe, cómo los delanteros del CPC no anotaran el gol.

Sucedió casi todo en los emocionantes últimos cinco minutos más el añadido. Tuvo lugar entonces el primer paradón de Kyllian a tiro de Diego Díaz. El decano terminó apretando a su rival y el central Fran Serrano, situado de delantero centro, se encontró con el meta visitante en una milagrosa parada que salvó dos puntos para el Llerenense. Fue el epílogo a un derbi bipolarizado.

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