Segunda Federación

El Llerenense entra en una espiral peligrosa

Las lesiones dificultan la progresión de un equipo destinado a sufrir mucho

Luismi Álvarez en sala de prensa tras el último encuentro.

Luismi Álvarez en sala de prensa tras el último encuentro. / AD Llerenense

El Llerenense hubiera firmado a principios de temporada estar en una situación así a cinco jornadas del final, en puesto de promoción para la permanencia y con serias opciones de salvarse. Sin embargo, su capacidad de competir y, por momentos, sus partidos brillantes parecían haberle llevado a una situación más holgada. Pero la segunda vuelta lo ha cambiado todo. Al Llerenense le empieza a pasar factura una plantilla corta y una plaga de lesiones que ha debilitado mucho al equipo.

Luismi Álvarez nunca pone excusas, pero la derrota ante el Ursaria en casa por 0-2 ha sacado de la tranquilidad a los de la Campiña Sur. El nerviosismo se apoderó del infranqueable Fernando Robina el pasado fin de semana y todo lo que allí sucedió fue negativo para los intereses del Llerenense. 

El equipo no estuvo acertado arriba y fue penalizado en dos fogonazos visitantes. El delantero Bayo se lesionó en la primera parte y su relevo, Víctor, fue expulsado a los dos minutos por un manotazo en el pecho de un rival con fuerza excesiva. 

El Llerenense se fue metiendo en un mar de dudas y hasta el entrenador, Luismi, acabó expulsado por dirigirse al auxiliar con los brazos en alto. Le van a caer dos partidos y no se va a sentar en el banco ni ante Talavera ni ante Cacereño. En un momento crucial de la temporada. 

Tiene tres salidas complicadas el Llerenense en Talavera, Segovia y Badajoz. Y dos derbis en casa ante Cacereño y Montijo. El equipo va a competir porque lo lleva en su identidad. Falta saber si le dará para estar otro año en Segunda. 

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