Jaguar presentó en el Salón de Ginebra su creación para dar un buen zarpazo a las berlinas de lujo: nada menos que un propulsor diésel biturbo de 207 CV de potencia montado en el S-Type. Una buena manera de combatir la competencia feroz formada por rivales de la talla de Audi A6, la Serie 5 de BMW y la Clase E de Mercedes. El modelo está destinado a ser uno de los más exitosos de la marca.