El precio del petróleo ya pasa factura en la zona euro, donde el Banco Central Europeo (BCE) admitió ayer que este año y el próximo habrá menos crecimiento y más inflación por culpa del crudo. Con este panorama, el BCE decidió ayer mantener el precio del dinero en el 2%, el nivel más bajo desde la segunda guerra mundial, en el que permanece desde junio del 2003. El BCE interpreta que, por ahora, el petróleo es una amenaza mayor para el crecimiento que para los precios y, mientras se mantenga este esquema, hay que sobrentender que no va a haber inminentes subidas en los tipos de interés.

Afortunadamente, la estadística sobre desempleo aportó ayer una pincelada algo optimista para la zona euro, pues la tasa de paro se redujo en agosto al 8,6% de la población activa, una décima menos que en julio y la tasa menor desde el 2003.

RIESGOS A LA BAJA El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno, revisó a la baja las previsiones de crecimiento para el 2005 hasta una horquilla entre el 1% y el 1,6% y dijo que se mantienen los riesgos derivados de "la subida del petróleo, de la débil confianza del consumidor y de las preocupaciones por los desequilibrios globales". En junio, el BCE había pronosticado una horquilla del 1,1% al 1,7%. Para el 2006 se prevé ahora un crecimiento de entre el 1,3% y el 2,3%.

El PIB ha crecido el 1,2% en el primer trimestre del año y el 1,1% en el segundo. El índice sobre la industria de la eurozona que elabora NTC Research revela que el sector se debilitó en agosto debido a que los altos precios del petróleo redujeron los márgenes de las empresas, los nuevos pedidos disminuyeron y las fábricas recortaron empleos.

PRESIONES CONTROLADAS Los pronósticos del BCE sobre la inflación también empeoran. El BCE prevé ahora que este año se situará entre el 2,1% y el 2,3% (del 1,8% al 2,2%, en junio), en todo caso sobre el techo del 2% que sirve como referencia para la política monetaria del banco central. Para el 2006, se apunta una horquilla del 1,4% al 2,4%.

Según Trichet, estas revisiones "considerablemente al alza" se deben a que los precios del crudo han subido más de lo esperado. Sin embargo, aclaró que las presiones salariales se mantienen controladas. "En general seguimos sin ver evidencias significativas inflacionarias subyacentes consolidándose en la zona euro". Esta obtusa afirmación pospone la posibilidad de subidas en los tipos de interés.