Los dirigentes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) lo tienen cada vez más claro: el barril de crudo no puede continuar vendiéndose a 50 dólares. Su objetivo es situarlo al menos en 70 dólares, y para ello están preparando una nueva reducción de producción que posiblemente se decidirá en la reunión de la organización prevista para el próximo 28 de mayo en Viena.

El secretario general del cártel, Abdellah el Badri, declaró ayer en Argel que "el precio de 50 dólares es insuficiente para cubrir los costes de las inversiones necesarias para el futuro". Para el dirigente, "el precio que permite unos beneficios razonables y aceptables es de más de 70 dólares el barril".

Los 12 países de la OPEP, que producen en conjunto el 40% del oro negro mundial, bajaron su producción de 4,3 millones de barriles diarios el pasado septiembre, y a mediados de marzo decidieron mantener el máximo de su producción en 24,84 millones de barriles diarios.

El Badri señaló ayer que empieza a haber signos positivos de relanzamiento de la economía mundial, y que estos datos deberán tenerse en cuenta antes de tomar una nueva decisión de futuro.