El Tribunal de Apelación de Nueva York apoyó ayer la autorización judicial concedida a Chrysler para que venda la mayor parte de sus activos a un grupo liderado por la italiana Fiat. Este tribunal confirmó la autorización del Tribunal de Bancarrotas de Nueva York, aunque bloqueó la venta hasta mañana a la espera del visto bueno final del Tribunal Supremo. Con la operación, el fabricante podría salir del proceso de insolvencia.