Un nuevo terremoto financiero ha logrado lo que ningún otro asunto en más de un año y medio, que el presidente del Gobierno vuelva a citar al líder de la oposición en la Moncloa. José Luis Rodríguez Zapatero ha invitado a Mariano Rajoy para el miércoles a las 10 y en la agenda oficial de la reunión solo figuran dos asuntos económicos. Eso sí, de gran trascendencia: la grave crisis de Grecia y la aportación de España al plan de rescate internacional, y la urgente pero lenta reestructuración del sistema financiero del país.

La iniciativa del líder del Ejecutivo busca reforzar la idea de que apuesta por los pactos para superar la crisis. "Los ciudadanos no quieren ver a las fuerzas políticas echándonos las responsabilidades los unos a los otros", afirmó la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, para justificar la reunión.

El rescate de Grecia es el tema más reciente, pero no el más urgente. Las fusiones de cajas van mucho más lentas de lo previsto, sobre todo por las trabas impuestas por muchas comunidades, y porque el plazo dado por Bruselas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB) se esfuma. Acaba el 30 de junio y, pese a lo que espera el mercado, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, reiteró ayer que "de momento" no hay previsto pedir una prórroga.

El PP opina que es la situación del sector la que tiene verdaderamente preocupado a Zapatero y la que explica la urgencia de una reunión que lleva retrasándose meses. "Para la reestructuración queremos un protocolo claro de actuación que ahora no existe. No puede ser que, al albur de cómo sucedan las cosas, el Gobierno vaya tomando unas medidas u otras, dependiendo de la comunidad autónoma, del banco o la caja", advirtió la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

En el Gobierno se destacó que son muchas comunidades del PP las que han dificultado más el proceso. El mensaje oficial, con todo, fue conciliador. Pajín dijo que el Ejecutivo actuará "de la mano del Banco de España, de las CCAA y hablando con los grupos parlamentarios". Y lo va a hacer "con rigor, con discreción y tomando todas las decisiones que se tengan que tomar".

ARMA En el caso de la ayuda a Grecia, y aunque está aprobada y el Gobierno no necesita convencer al PP, Zapatero pretende que no se convierta en un arma arrojadiza en el debate político. Así, fuentes socialistas apuntaron que el presidente alabó en la comisión ejecutiva del PSOE el "buen ejemplo" que han dado el Gobierno y la oposición alemana, al pactar el apoyo pese a las elecciones en Renania del Norte- Westfalia del 9 de mayo, informa Albert Ollés. El comportamiento del presidente Zapatero está en línea con el de sus homólogos comunitarios.

Pajín destacó que la ayuda no es un "regalo, es un préstamo al 5%" y un "ejercicio de responsabilidad" para salvar al euro. El PP acepta que España cumpla sus obligaciones. Pero, afirmó De Cospedal, reclama a Zapatero que "tome nota" de Grecia.

Rajoy, según fuentes cercanas al líder popular, le exigirá un plan de ajuste "no tan duro como el de Grecia, pero casi".