Grecia comienza una huelga de dos días contra el plan de ajuste

Todos los trabajadores griegos están convocados hoy y mañana a una huelga general de 48 horas. Se trata del cuarto paro general de este año en Grecia. En esta ocasión, el objetivo es paralizar el país en protesta por el duro plan de ajuste que ha diseñado el Gobierno en contrapartida a la ayuda de 110.000 millones de euros de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Si todo sale según lo previsto por las dos grandes centrales convocantes (del sector público y del privado) los colegios no abrirán sus puertas, en los hospitales solo funcionarán las urgencias, los aeropuertos y los puertos permanecerán cerrados, no habrá autobuses ni trenes, y las tiendas no abrirán. También están convocados los periodistas, abogados, empleados bancarios, y trabajadores industriales.

Ayer ya hubo un aperitivo. Miles de funcionarios, de profesores y estudiantes tomaron el centro de Atenas y llevaron ante el Parlamento sus gritos de protesta contra los planes del Gobierno socialista de Giorgos Papandreu. "Todos a la calle", "Fuera la UE y el FMI", rezaban algunas de las pancartas. Un grupo de unos 200 manifestantes del sindicato comunista Pame lograron acceder a la Acrópolis y desplegar dos pancartas gigantes, en inglés y en griego, con el lema "Pueblos de Europa, levantaos".

La ira entre la población griega ha estallado tras el nuevo plan de ajuste anunciado por el Gobierno, que supondrá subidas de impuestos, una drástica reducción del sueldo de los funcionarios y la liberalización del despido, entre otras medidas.

Mientras tanto, la banca privada alemana, principal tenedora de la deuda pública griega, anunció ayer que está dispuesta a implicarse en el plan de rescate que la UE y el FMI han diseñado para el país heleno. Aunque no se dieron cifras concretas, el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, aseguró que los bancos están dispuestos a mantener los créditos al país y ampliar plazos para cubrir obligaciones pendientes.