Los "escasos datos" sobre el segundo trimestre confirman que la economía, que salió de la recesión en el primero, ha seguido mejorando. Lo apuntó ayer el Banco de España que, sin embargo, advierte de que la información disponible no refleja el impacto de los ataques a la deuda pública española ni el efecto que tendrán las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno.

La mayor parte de los indicadores más actualizados corresponden a abril, y reflejan que los agentes han seguido mejorando su confianza en la situación y sus expectativas sobre su evolución. Pero está por ver el impacto presumiblemente negativo que tuvieron los días en que el país estuvo al borde de la catástrofe, en mayo.

El propio Ejecutivo ha rebajado la previsión de crecimiento del año que viene del 1,8% al 1,3% a raíz del plan de ajuste, si bien ha mantenido la de este año (0,3% de caída). El organismo dirigido por Miguel Angel Fernández Ordóñez, en este sentido, aplaude las "importantes" medidas aprobadas por el Gobierno en los últimos días.

El objetivo de rebajar el déficit público al 3% en el 2013 para cumplir los compromisos con la Unión Europea, argumenta, se ha visto "sustancialmente reforzado". La institución, con todo, cree que no solo la Administración debe esforzarse. Las empresas, reclamó, también han de reducir su endeudamiento. Entre mediados de los 90 y el 2007, subraya, la financiación exterior de las compañías avanzó a ritmos "muy elevados, superiores a los del PIB y a los de las rentas generadas por el sector".

Ello provocó que su nivel de endeudamiento superase la media europea y solo fuese inferior al de Bélgica y Portugal. El pasivo de las empresas, añade, comenzó a caer a finales del 2009, pero el escaso crecimiento de la economía y de los beneficios empresariales han impedido que se produzca un descenso de las ratios de endeudamiento, sobre todo en el sector inmobiliario.

LOS CONSUMIDORES Por el lado de la demanda, destaca la mejora de la confianza de los consumidores y comerciantes, el fuerte avance de las matriculaciones, el mantenimiento del buen tono de la inversión en bienes de equipo y la caída más moderada de la construcción.

Las exportaciones, eso sí, se consolidan como el componente que más tira, si bien su aportación positiva se ha visto mermada por el alza de las importaciones. El turismo se ha visto perjudicado por la ceniza volcánica. Pero la producción industrial y servicios se recuperan.