El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, pidió ayer que el Fondo Monetario Internacional (FMI) refuerce su papel de supervisor de los mercados de divisas en momentos de grandes tensiones en los tipos de cambio. "Una de las misiones centrales del FMI es la de llevar a cabo una vigilancia rigurosa del sistema monetario internacional", señaló en su discurso ante el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), el principal órgano ejecutivo del FMI.

La denominada "guerra de las divisas", en la que los países recurren a devaluaciones para aumentar su exportación, se ha convertido en uno de los ejes de las reuniones del FMI y el Banco Mundial que concluyen hoy en Washington. Geithner sostuvo que el organismo multilateral "debe reforzar su supervisión de las políticas cambiarias y las prácticas de acumulación de reservas".

ACUMULACION DE RESERVAS En clara alusión a China, destacó que "la excesiva acumulación de reservas a escala global está conduciendo a serias distorsiones en el sistema monetario y financiero internacional e inhibiendo el proceso de ajuste internacional". Los bajos tipos de interés existentes en países desarrollados como EEUU han provocado una estampida masiva de capitales hacia los países emergentes en busca de una mayor rentabilidad.

Ese flujo de capitales sumado a la mayor fortaleza económica de las economías emergentes ejerce una creciente presión sobre sus divisas. Países como Brasil aducen que las estimulantes políticas monetarias de los países avanzados provocan una depreciación del dólar, una debilidad que Washington trata de aprovechar, dicen, para potenciar su exportación.

A la debilidad del dólar se suma la de la divisa china, el yuan, que Pekín mantiene artificialmente devaluada. Eso ha provocado intervenciones de distintos países, desde Japón hasta Corea y Brasil, en una tendencia que el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) temen que acabe frenando la recuperación global.