Yamaha trasladará la producción de motos de la fábrica de Palau-solità i Plegamans a una factoría situada en Francia con unos costes laborales que son un 37% más altos que los de Cataluña. A pesar de ello, la multinacional justifica el cierre, en la que trabajan 430 personas, por la necesidad de incrementar la producción en Francia.

Los más de 700 trabajadores de la filial MBK Industries cuestan a Yamaha una media de unos 50.000 euros brutos, mientras que sus colegas de Palau-solità tienen un coste laboral de 36.300 euros, según indicaron fuentes sindicales. Los asesores de Yamaha explicaron ayer a los dirigentes de CCOO y UGT que la "decisión es irreversible" y se debe a la necesidad de optimizar la producción.