La economía de Alemania sufrirá "un fuerte frenazo en los próximos meses" y se acerca a la recesión por la crisis de la eurozona. Así lo asegura un informe elaborado por los principales institutos de estudios económicos germanos y que se ha hecho público este jueves.

El fuerte endeudamiento de los países del euro y los problemas de capitalización de los bancos provocarán que el producto interior bruto (PIB) de Alemania crezca un 2,9% este año --cuando las previsiones auguraban un crecimiento del 3,6%-- y apenas un 0,8% en el 2012, lejos del 2% previsto anteriormente. "El mayor riesgo consiste en un recrudecimiento de la crisis de la deuda y la confianza de Europa, por la que las condiciones financieras de la economía podrían empeorar de forma notable", señala el informe La crisis de la deuda lastra la coyuntura alemana.

Según este estudio la inflación continuará alta para los parámetros alemanes y a pesar del enfriamiento de la coyuntura económica. Los institutos prevén que el IPC de este año alcance el 2,3% y que en el próximo ejercicio se sitúe en el 1,8%. El mercado de trabajo alemán capeará el temporal económico y el número de desempleados se mantendrá en torno a los tres millones, lo que supone una tasa de paro del 7%, para bajar en el próximo ejercicio hasta los 2,8 millones de personas (6,7% de paro).

El déficit de la primera economía europea permanecerá claramente por debajo de los máximos permitidos a nivel europeo y supondrá un 0,9% del PIB este año y un 0,6% del PIB en el 2012.

Este informe se ha hecho público el día en la Oficina Federal de Estadística (Destatis) ha hecho público el dato de la inflación de septiembre, que se situó en el 2,6% en términos interanuales, dos décimas por encima de la tasa de agosto. Además, el IPC se elevó en septiembre en un 0,1% con respecto al mes anterior. Este repunte de la inflación interanual, la más alta en un mes de septiembre desde 2008, se debió principalmente a la subida de los precios de la energía, que se encareció en un 11,2% respecto a septiembre del 2010, según un comunicado de Destatis.

La inflación germana se vio influida por los incrementos experimentados en los precios del tabaco (3,3%) y la ropa y calzado (3,1%). El precio de los alimentos se ha incrementado asimismo un 2,5% en términos interanuales, mientras que el de los bienes ha repuntado un 3,8% y el de los servicios ha subido un 1,3% en ese mismo período de tiempo.