POLÍTICA MONETARIA

La Reserva Federal afronta hoy el fin de las subidas de tipos

Los mercados esperan que la primera bajada de las tasas se produzca en julio de 2024

Archivo - El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell.

Archivo - El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell. / RESERVA FEDERAL DE EEUU - Archivo

Paula Blanco

La Reserva Federal estadounidense (Fed) se dispone a mantener los tipos de interés en la reunión monetaria de septiembre, aunque podría retomar las subidas en diciembre, según indican los analistas. Los mercados descuentan una pausa en los incrementos de las tasas, que actualmente se encuentran en el rango de entre el 5,25% y el 5,5%, y esperan las nuevas proyecciones económicas para prever los próximos movimientos de la institución presidida por Jerome Powell. Para los inversores, el freno de las subidas sería un paso coherente con el cambio de la Fed hacia un ritmo más lento y meditado en consonancia con las últimas decisiones de su homólogo europeo. El Banco Central Europeo subió los tipos en otros 0,25 puntos la semana pasada, pero dejó caer que podría ser el fin de los incrementos.

Powell subió las tasas en 10 reuniones sucesivas, siempre entre un cuarto y tres cuartos de punto, para combatir el recrudecimiento de la inflación estadounidense. En junio de este año, y tras la caída del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, la Fed hizo una pausa para no complicar la delicada situación de los bancos medianos. Las proyecciones económicas trimestrales que acompañaban a esa decisión mostraban que 12 de los 18 responsables políticos seguían anticipando dos nuevas subidas de tipos, cada una de ellas de un cuarto de punto para finales de año. Una de estas subidas tuvo lugar en la reunión de julio.

Los analistas esperan que las pocas noticias económicas recientes impulsen a los responsables políticos a descartar la segunda subida de tipos en septiembre y la retrasen hasta finales de año. Para Michael Feroli, economista de JP Morgan, esto ocurrirá porque "los participantes en el Comité podrían no querer estropear lo que está funcionando". Si bien es cierto que la economía estadounidense resiste mes tras mes más de lo esperado, "los últimos datos económicos apuntan a una continua desinflación, sobre todo en los servicios, y a una relajación de las tensiones en el mercado laboral", que son un indicador clave para la Fed, señala Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors.

Resistencia de la economía

El último dato de inflación de Estados Unidos, registrado en agosto, fue del 3,7%, una décima más de lo previsto, un dato que rompe con la ralentización en la subida de los precios de los últimos meses. En términos interanuales, es el segundo mes en el que los precios repuntan a nivel interanual después de más de un año de bajadas. Uno de los indicadores en los que más se apoya el banco central es el índice PMI del sector servicios, que inició su descenso en mayo de este año y amenaza con seguir bajando.

Y más allá del deterioro del consumo y de la actividad económica, los mercados se mantienen alerta por la deuda estadounidense, que sobrepasa el 123% del PIB, y por el déficit fiscal, que hasta la fecha se sitúa en el 5% del PIB. "Los datos recientes deberían dejar a la Fed alentada por la desinflación en curso, pero preocupada por la reaceleración de la inflación debido a la fortaleza de la actividad", esgrimió Michael Gapen, economista de Bank of America, y otros, afirmando que "los riesgos están sesgados" para que los tipos se mantengan más altos de lo previsto hasta 2024.

Con estos datos macroeconómicos, Juhi Dhawan, estratega macroeconómica en Wellington Management, cree que si la Reserva Federal "corre el riesgo de aumentar la presión fiscal y crear inestabilidad en el mercado soberano estadounidense" si mantiene los tipos tan altos durante un largo periodo de tiempo para reducir la inflación subyacente. Al mismo tiempo, unos rendimientos reales más elevados "también presionan las valoraciones de la renta variable e implican un menor crecimiento de los beneficios en el futuro". De ahí que los mercados pronostiquen una primera bajada de los tipos en julio de 2024. Para los analistas del Bank of America, durante el próximo año podríamos ver solo un recorte de tres cuartos de punto al tiempo que se eleve ligeramente la estimación a largo plazo del tipo de interés neutral. Esto implicaría una política monetaria ligeramente restrictiva a lo largo del tiempo para imponer el mismo nivel de contención a empresas y familias.

Subida de tipos en Europa

En la última subida de tipos, el Banco Central Europea dio señalaes de que podría ser la última vez que incrementase el precio del dinero: "Sobre la base de su evaluación actual, el consejo de gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial al pronto retorno de la inflación al objetivo. Las decisiones futuras del consejo de gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario. El consejo de gobierno continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados". 

"No estamos diciendo que estemos ahora en el pico (de la subida de tipos)", ha proclamado Lagarde. Con todo, ha admitido ser consciente de que el foco del mercado se va mover ahora de las elucubraciones sobre la posibilidad de que se produzcan nuevas alzas a las especulaciones sobre cuánto tiempo estarán en el nivel actual. De hecho, ha querido negar expresamente que el consejo de gobierno haya comenzado a discutir el periodo en que será necesario mantener los tipos, al tiempo que ha negado que se haya siquiera hablado de la posibilidad de bajarlos más adelante (algunos analistas ven posible un recorte en la segunda mitad de 2024).

Además, Lagarde desveló que la decisión de subir los tipos este jueves ni siquiera ha sido unánime. "Algunos gobernadores hubieran preferido hacer una pausa y reservar las decisiones futuras a un momento en que haya más certezas como resultado del paso del tiempo. Pero ha habido una sólida mayoría de gobernadores que estuvieron de acuerdo con la decisión aprobada", ha explicado.