Debate de investidura

Prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio podrá costar cerca de 900 millones

El impacto presupuestario encajado hasta septiembre de 2023 ha alcanzado los 1.294 millones

La mujer compra fruta en un mercado municipal de Barcelona.

La mujer compra fruta en un mercado municipal de Barcelona. / ELISENDA PONS

Paula Clemente

Si Pedro Sánchez se convierte este jueves en presidente del Gobierno como parece que lo hará, los productos de alimentación básicos mantendrán su IVA rebajado hasta junio del 2024. Así lo ha anunciado el candidato socialista en el discurso con el que ha inaugurado el debate de investidura, respondiendo, de este modo, a un incremento de precios del grupo de alimentos que todavía roza el 10% que llega al 73,5% en el caso del aceite de oliva. Extender esta rebaja fiscal a determinados alimentos al primer semestre de 2024 podría tener un coste aproximado cercano a los 900 millones de euros, a tenor del impacto presupuestario encajado hasta septiembre de 2023 (1.294 millones).

El anuncio de Sánchez también da respuesta a una de las demandas que más consenso genera en toda la cadena alimentaria. De hecho, la única opinión oficial vertida hasta el momento, la de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es una crítica por quedarse corta. "Celebramos el anuncio, pero no entendemos que se excluya a la carne y el pescado: una reciente encuesta de OCU a 1.500 personas revela que la elevada inflación en alimentos afecta sobre todo a estos dos productos básicos", defiende la asociación en un comunicado, en el que también recuerda que en los últimos 12 meses la inflación de los alimentos acumula una subida del 9,5%.

Hasta este octubre, este sector llevaba 18 meses consecutivos incrementando su precio por encima del 10%, y, pese a que el pico se alcanzó en febrero de este año con un 16,6% de encarecimiento y desde entonces ha ido aflojando su intensidad, el dato que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que en octubre, la alimentación está todavía un 9,5% más cara que un año atrás. Y eso que en el mismo mes de 2022, ya se había encarecido un 15,4% respecto al año previo.

Ante este escenario, no es de extrañar que el Gobierno se plantee mantener la medida en vigor. Esta estrategia, puesta en marcha a principios de año, obliga a que productos de primera necesidad como el pan, los huevos, la leche, la fruta y la verdura, las patatas, los cereales o las legumbres se vendan con un IVA del 0% (cuando antes lo era del 4%), y a que el gravamen sobre el aceite y la pasta pase del 10% al 5%.

La idea, entonces, era mantener este plan activo hasta mitad de año o hasta que la tasa interanual de inflación subyacente (aquella que mide el encarecimiento de la vida sin tener en cuenta los precios de la energía ni de los alimentos no elaborados) se situara por debajo del 5,5%. Cuando llegó junio, el incremento de precio alimentario seguía desbocado y todavía no se había bajado de esta tasa de inflación subyacente, así que el Gobierno prorrogó la medida otros seis meses.

"Esa es la línea que tenemos que seguir en general, medidas que se vayan adaptando lo más automáticamente posible a cómo vaya respondiendo la economía", sostenía entonces la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Según sus palabras, la rebaja del IVA se mantendría mientras no se llegara a niveles de precio "más adecuados".

De esto se deduce que, en este caso, lo que ha imperado es exclusivamente el dato de inflación alimentaria, pues este mes, por primera vez, la tasa anual de inflación subyacente se ha situado por debajo del umbral establecido hace aproximadamente un año (+5,2%).

Apoyo generalizado

Pese a que ninguno de los sectores económicos sobre los que impacta directamente esta medida se han pronunciado aún al respecto, esta es una medida que cuenta desde el principio con el apoyo de las grandes asociaciones empresariales del país. Las únicas críticas que ha recibido, de hecho, son más del lado del consumidor y por quedarse corta.

Facua, por ejemplo, lleva meses manteniendo un control sobre la evolución de estos precios en el supermercado y ha concluido que aproximadamente la mitad de los artículos sigue subiendo de precio. Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha elaborado recientemente un informe en el que asegura que los supermercados han llevado a cabo correctamente la medida.