Las asociaciones de víctimas de Cataluña, Andalucía, Valencia, Galicia y el País Vasco decidieron ayer marcharse de la Moncloa sin comparecer ante los medios de comunicación, que aguardaron sus explicaciones durante las tres horas que duró la entrevista con el presidente del Gobierno. Fuentes de la Moncloa explicaron que la no comparecencia de los representantes de las cinco asociaciones de víctimas recibidas por la tarde por Zapatero respondía a una descoordinación entre ellas, pero que no era la consecuencia de un desacuerdo sobre la marcha de la conversación con el jefe del Ejecutivo. Por la mañana, en cambio, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, no desaprovechó la tribuna pública que le brindó la Moncloa para manifestar sus opiniones políticas.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, volvió a ejercer de portavoz del Gobierno e insistió en que el Ejecutivo "mantendrá la presión policial y la política penitenciaria" para acabar con ETA. Alonso recalcó que la Constitución marca los límites de una posible negociación con ETA y establece claramente "el reparto del poder y lo que se puede y no se puede hacer". El titular de Interior recordó que el Gobierno "lo es legítimamente de todos los españoles, también de las víctimas".