Bajo el lema Con Z de Zapatero, el PSOE lanzó ayer una precampaña electoral de tinte marcadamente presidencialista y muy desenfadada con el objeto de difundir los logros del Gobierno. Siguiendo la última tendencia de mercadotecnia política, la ofensiva se apoya en un videoclip. En él, José Luis Rodríguez Zapatero repasa conceptos como "modernidad", "igualdad" o "equidad", pero los pronuncia acabados en zeta, según su modo habitual de expresarse. Una singularidad que los estrategas publicitarios, y el propio presidente, han explotado con humor para entroncar esta campaña con la de las elecciones del 2004, cuando se usaron con éxito las siglas ZP.

El vídeo, de 68 segundos, se rodó el domingo. A diferencia del solemne vídeo de Mariano Rajoy, Zapatero aparece en un despacho sin banderas ni símbolos (el rótulo del PSOE solo sale al final), y viste un traje informal claro y sin corbata. El presidente observa un televisor que emite imágenes suyas. Entre ellas sale su reproducción en los guiñoles, pidiendo "más baloncestidad, más dialoguidez y menos crispacidad ". Zapatero se ríe y admite pronunciar "mucho" la zeta. "Debe ser una cosa de familia o quizá de mi tierra", dice.

El dirigent reivindica una política "desenfadada". "Todo se puede decir con una sonrisa", alega. "Quedan muchas cosas por hacer, pero hay muchas cosas que celebrar", dice. Y concluye: "Me gusta la España de hoy, la España democrática. Esto es... ¡la verdaz !".

La campaña, producida por la empresa Rushmore, se prolongará hasta el 25 de noviembre. La presentó el secretario de organización del PSOE, José Blanco, desde un novedoso atril rojo en forma de zeta y tendrá cinco mensajes: España es el octavo país más rico del mundo; el empleo es más estable; hay más igualdad social y derechos; la democracia es más profunda, y la sociedad está mejor preparada. Fuentes socialistas admiten que la iniciativa se ha personalizado en Zapatero por su "buen tirón". Las encuestas suelen situarlo como el político mejor valorado.

GUIÑO A IBARRETXE La campaña pasa por alto la negociación con ETA y defiende la política territorial del Gobierno. Dice que la única propuesta de Estatuto rechazada es la de Ibarretxe, lo cual no impide "una relación constructiva de cooperación con el Gobierno vasco".