Entre olas de mar de fondo generadas por la fracasada adquisición del 20% de la petrolera hispanoargentina Repsol-YPF por la rusa Lukoil --operación que despertaba grandes suspicacias en parte de la opinión pública española--, el presidente de la Federación Rusa, Dmitri Medvédev, inició ayer en España su primera visita de Estado a un país de la Unión Europea desde su llegada al poder, hace ya un año. La primera jornada de las dos de que consta el programa tuvo como resultado concreto el anuncio de un acuerdo para, precisamente, impulsar la cooperación energética entre ambos países en los sectores de la prospección, explotación, transporte de hidrocarburos y energías renovables.

Medvédev y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudieron juntos al museo Reina Sofía de Madrid, donde clausuraron con sendos discursos el Primer Foro de la Sociedad Civil hispano-rusa, en el que representantes de los medios de comunicación, las empresas y la sociedad civil en general debatieron durante unas horas el modo de impulsar las relaciones bilaterales y mejorar la comprensión mutua. En su discurso, Zapatero expresó su creencia de que ha llegado la hora de "entrelazar los intereses rusos y españoles" y de aprovechar las sinergias que ofrecen las estructuras económicas de ambos países "en una economía más globalizada", lo que, en su opinión, justificaba la firma del pacto económico.

Medvédev, aunque admitió que los intercambios comerciales habían crecido sustancialmente en los últimos 10 años, quiso lanzar una pequeña puya a España al subrayar que se trataba de una cifra "modesta" si se tenía en cuenta las posibilidades de ambos países.

Ya durante la inauguración del foro, Igor Ivanov, exministro de Exteriores y exembajador en Madrid, lamentó que el volumen del comercio hispano-ruso sea limitado en comparación al que tiene su país con otros estados de potencial económico similar a España como Italia, que es más de tres veces superior.

Por otra parte, en la mesa dedicada a los medios de comunicación se escucharon críticas y lamentos a la cobertura que recibe Rusia en los medios de comunicación españoles.

RECEPCION Medvédev y su esposa Svetlana iniciaron la jornada junto al rey Juan Carlos y la reina Sofía en el Palacio de El Pardo, donde escucharon los himnos nacionales de ambos países y 21 salvas de honor. Después, presenciaron un desfile de la Guardia Real, antes de acudir Medvédev y el rey a la Casa de América para inaugurar el Primer Encuentro de Rectores de Iberoamérica-Rusia. Por la noche, el Rey ofreció una cena de gala en el Palacio Real al jefe del Estado ruso y durante el brindis pidió a Medvédev que asuma el liderazgo de la ONU ante los retos del mundo.