Los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, que acusan al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de haber solicitado dinero al Banco Santander para financiar los cursos que impartió en Nueva York, han recusado a los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) --que debe decidir si suspende o no al juez-- José Manuel Gómez Benítez, Pío Aguirre y Miguel Carmona.

Los letrados sostienen que los vocales tienen una relación de amistad con el magistrado. Gómez Benítez fue su abogado; Aguirre, según Mazón y Panea, es de la misma localidad que el juez y caza con él, y a Carmona le cae bien. La petición tiene escasas posibilidades de prosperar.

Mientras, Izquierda Unida, remitió ayer a todos los consistorios donde tiene representación una moción de apoyo al juez "contra la campaña de acoso y derribo" a la que está siendo sometido. La moción exige al CGPJ que actúe con absoluta imparcialidad. Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, advirtió de que "nadie puede estar por encima de la ley, aunque se llame Baltasar Garzón".