Madrid La reunión que mantuvieron ayer en el Congreso el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el del PNV, Iñigo Urkullu, tenía su morbo: hace más de una década que ambos partidos rompieron las relaciones. Y eso que, en la primera legislatura de José María Aznar, conservadores y peneuvistas fueron pareja de hecho y hasta firmaron un acuerdo de gobierno. Pero el Pacto de Estella acabó con el idilio y se inició la cruzada de Aznar contra los nacionalismos. La sustitución de María San Gil por Antonio Basagoiti en el PP vasco ha ayudado al acercamiento. Tanto Rajoy como Urkullu hablan ya de una nueva era.