El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha advertido hoy de que los sindicatos no se van a dejar "arrinconar" ante las "descalificaciones, infamias y calumnias", por lo que continuarán con la defensa de sus ideas y resistirán con sus planteamientos para no supeditarse a las ideas de otros.

En su intervención en el décimo congreso de UGT-A, en el que se despide el secretario general, Manuel Pastrana, tras quince años en el cargo, Méndez ha dicho que ahora se pretende "arrumbar al sindicalismo al desván de la historia" y proliferan las "descalificaciones" en las que se tacha a los sindicalistas de "parásitos y privilegiados".

Esto se contrarresta, según Méndez, recordando que en España cuando se habla de salario mínimo, de protección por desempleo, de sistema público de pensiones, de sanidad o de educación, "se habla de sindicatos, se habla de UGT y CCOO".

"Los benevolentes dicen que los sindicatos están anquilosados, que son piezas del pasado, pero aquellos que odian al movimiento sindical hablan de que somos parásitos, privilegiados, intentando desprestigiar a lo que significa el sindicalismo", ha añadido.

Ha resaltado la labor de Pastrana durante los cuatro mandatos que ha estado al frente de UGT Andalucía, con una "ingente labor" en el cargo, ya que él se ha erigido en "fedatario" de los avances que se han producido en la organización en los últimos quince años, ya que ocupó ese cargo durante unos años.

Los últimos cinco años han sido "muy difíciles" y en ellos los sindicatos han representado la "fuerza de interposición democrática más eficaz para contrarrestar los sacrificios que se derivan de la crisis" para que no repercutan de manera casi exclusiva "sobre las víctimas de la crisis y no sobre los culpables", ha agregado.

Para Méndez, Pastrana es el "ejemplo más claro de cómo se puede imponer la supremacía de la voluntad y el compromiso frente a las adversidades físicas de una persona", en alusión a la enfermedad degenerativa que padece y por la que ha sido hospitalizado en numerosas ocasiones.

Ha defendido la unión del movimiento sindical para combatir la "erosión económica y moral" y ha abogado por ser un exponente que genere "fortaleza moral" a través de la unión.

Ha insistido en criticar la austeridad y los recortes del Gobierno, y ha alertado de que el objetivo final es "implantar un modelo asocial, que es un mix entre el angloamericano y el neoesclavista o asiático".