María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría se suman a la pugna por la presidencia del Partido Popular. De momento, serán seis candidatos los que concurrirán a dirigir a los populares tras la marcha de Mariano Rajoy.

A la sorpresa que generó la renuncia de Alberto Núñez-Feijóo para concurrir en la carrera para relevar a Mariano Rajoy, se sumó ayer el desconcierto que provocó el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, cuando anunció por Twitter su intención de presentarse. Casado defendió ser el candidato que puede volver a ilusionar a los votantes del PP, y ha considerado que ha llegado el momento de que una nueva generación, la suya, lidere el partido. Todo en una jornada de ayer en la que el exministro José Manuel García Margallo insistió en su intención de presentarse porque cree contar con los avales aunque aún no los ha presentado.

Margallo admitió que estaba esperando que Feijóo diese el paso, pero como no lo ha hecho entonces ha decidido seguir. "Si se hubiese llegado a un acuerdo yo hubiese dado un paso atrás. Ahora hay mucha gente que se ha comprometido con mi candidatura, ya no me pertenece", aclaró.

También sigue en la carrera el responsable de Relaciones Exteriores del PP, José Ramón García Hernández, quien se definió como "el candidato de la ilusión y de los afiliados" y recalcó que espera que la cúpula del partido respete el resultado de las primarias.

Y hay otro nuevo candidato, el valenciano José Luis Bayo, que en su momento también aspiró a presidir el partido en esa comunidad.

Bayo es el único que ha presentado ya sus avales, y esta tarde ha señalado a la prensa que la suya es una candidatura "sin mochilas de absolutamente nada", además de contar con las "manos limpias" para abordar la regeneración que piden los militantes.