La dirección del PSOE ha asumido la naturalización de Bildu, pero no comparte la escenificación. De hecho, en la cúpula sentó mal el cierto «exhibicionismo» de Iglesias al aplaudir casi de inmediato la posición de Otegi y sumarlo al bloque de la «dirección de Estado». Pero, frente a los que en el PSOE critican la aproximación a la formación vasca, recuerdan que se pidió a la izquierda abertzale que eligiera entre bombas o votos. «Quisimos que hicieran política, pues es lo que están haciendo», sostienen.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, aseguró la víspera que le resultaba «doloroso» el acuerdo con Bildu, que iría a la farmacia para comprarse un antiemético, un medicamento para evitar el vómito. «Ya está bien. Es que en la calle nos insultan. En Ferraz viven en una burbuja, no entienden que esto nuestro electorado no lo compran», indican fuentes próximas a Vara, que no ocultan su «decepción». Su propósito no es que salgan de las instituciones, sino que sean «irrelevantes» en los pactos, porque Bildu aún debe «purgar» sus pecados, su pasado como partido heredero de Batasuna y ETA y por no condenar el terrorismo.

En el entorno del jefe de la Junta culpan a Pablo Iglesias. «A cambio de renunciar a su programa, nos hace pasar por taquilla, porque su proyecto es crear una España diferente, periférica, en manos de las izquierdas nacionalistas en cada uno de los territorios. Si nos escora, nos mata». Los barones socialistas del sur, que presumen de un fuerte apoyo electoral, por encima de la media nacional, estiman que su éxito procede de su moderación, y si ellos son castigados en las urnas, el PSOE se expone a perder el Gobierno central.

Sánchez no ha hablado con Vara, pero sí José Luis Ábalos, el secretario de Organización. Este, según fuentes socialistas, le pidió el miércoles que se contuviera, que no era el momento de hablar. En el partido, Vara no ha encontrado defensa pública, pero en su posición se sitúan los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, ambos proclives al pacto con Cs. Sin embargo, en Ferraz ha dolido, y mucho, el comentario de Vara. De ahí que su queja sea muy relevante puertas para dentro.