Negociaciones tras el 23-J

El Gobierno asegura que está haciendo todo lo posible para que el catalán, el gallego y el euskera sean oficiales en la UE

Bolaños los considera una muestra de "la riqueza del país" y un "motivo de orgullo", pero ha reconocido que se podría retrasar la entrada en vigor definitiva

Vista de la reunión entre ministros de Finanzas de la UE y la CELAC, este viernes.

Vista de la reunión entre ministros de Finanzas de la UE y la CELAC, este viernes.

Carlota Camps

A 24 horas de que la propuesta de oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la UE llegue definitivamente a la mesa del Consejo, donde necesita unanimidad para ser aprobada, se intensifican las conversaciones para tratar de convencer a los 26 países restantes, algunos de los cuales han expresado ya sus reticencias. Según ha explicado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el Ejecutivo está haciendo "todos los esfuerzos y gestiones a todos los niveles" para que se apruebe la propuesta y, aunque ha reconocido que se podría retrasar la entrada en vigor definitiva, ha dicho que trabajan para que sea "una realidad lo antes posible".

En declaraciones desde Barcelona, donde ha visitado la exposición 'Nosotras, las europeas' en el Archivo de la Corona de Aragón, Bolaños ha asegurado que el hecho de que el catalán, el gallego y el euskera sean oficiales en la UE es una muestra de "la riqueza del país" y un "motivo de orgullo" para el Ejecutivo. El Gobierno ya ofreció pagar el coste de las traducciones en una reunión preparatoria del pasado viernes, pero algunos países siguen viendo obstáculos en la propuesta, como por ejemplo el aumento de burocracia o el hecho de que se abra la puerta a la entrada de más lenguas del continente.

Desde el Govern de la Generalitat, tal como avanzó el 'consellera' Meritxell Serret en una entrevista en El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, piden que no se rebaje la demanda y consideran una "anomalía democrática" que el catalán aún no sea oficial en las instituciones europeas. Los dos ejecutivos pactaron trasladar esta demanda a la UE en la mesa de diálogo de julio de 2022, sin embargo, la petición oficial no llegó hasta el pacto para la Mesa del Congreso entre el PSOE y Junts.

Todo ello, en medio de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Bolaños ha evitado aclarar si aprovechará su visita a la capital catalana para reunirse con representantes de ERC o de Junts y se ha limitado a decir que las conversaciones tienen que ser discretas, y que ya se explicarán los acuerdos cuando lleguen.