Aracil, dispuesto a contribuir a la integración de Guadalupe

El nuevo arzobispo de la diócesis de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, mostró ayer su disposición a colaborar a la integración de Guadalupe --ahora dependiente de Toledo-- en una diócesis extremeña. "Si en mi responsabilidad está algún tipo de gestión, aplicaré el refranero español: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", dijo.

No obstante, señaló que debe incorporar a la "reflexión", lo que ha oído y visto sobre esta reivindicación, para que cuando tenga que opinar, pueda hacerlo "adecuadamente". El arzobispo añadió que "en este momento no soy yo el que tiene que opinar, ni tampoco el obispo de Toledo. Creo que el asunto está en otros niveles más altos, que son los que tienen que decidir, porque la cuestión de Guadalupe no es sólo que nos dejen o no el santuario, es una cuestión de límites diocesanos".

García Aracil afirmó que ha solicitado los informes completos de lo que hasta ahora se ha tramitado, para conocer esta cuestión a fondo y valorar "el sentir de un pueblo, que voy viendo muy arraigado, y que considero no irrazonable".

El arzobispo realizó estas manifestaciones durante su primer encuentro con los medios de comunicación pacenses tras su toma de posesión el pasado día 4, que también aprovecho para explicar que continuará "con los pasos dados" en el proyecto pastoral de la diócesis, prestando especial atención a los jóvenes, la familia y a la implicación de los seglares en la vida de la Iglesia.

Con respecto a la juventud, precisó que su principal preocupación es "que la gente la mire contemplando el mañana", pues afirmó que los jóvenes tienen "tarjeta de presentación propia" y que como tales hay que atenderles.

Asimismo, añadió que la formación de las nuevas generaciones es responsabilidad de todos, también de los políticos, que dijo "no sólo tienen que hacer carreteras o dar permiso para que la movida dure hasta las cinco o hasta las seis o hasta las dos", sino que deben preocuparse de todo lo que el joven necesita.