Apenas el 8% de los alumnos de la ESO que se presentaron a los exámenes extraordinarios de junio --por haber suspendido más de dos asignaturas-- lograron pasar el curso, según una encuesta realizada por el sindicato CSI-CSIF a la que respondieron más de medio centenar de institutos, lo que supone el 40% de los que existen en la región.

Por su parte, la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología no ha querido facilitar hasta el momento los datos oficiales completos.

En el estudio sindical, las respuestas coinciden mayoritariamente --y salvo los casos extremos que van desde cero aprobados hasta un 15% o 20%-- en situar el porcentaje de alumnos que pasaron curso con esta prueba entre el 7% y el 10%.

Cabe recordar que el curso pasado fue el primero en el que se realizó este examen, derivado de la LOCE, que suprimió la promoción automática en ESO e implantó la obligación de repetir curso para quienes suspendieran más de dos asignaturas, dejando a las Comunidades Autónomas la elección de la fecha para celebrar una prueba extraordinaria de recuperación.

Además, en la encuesta se pidió a los profesores una valoración sobre el propio examen, las clases de recuperación y la fecha en la que deberían ser estas pruebas. Aquí las respuestas son aún más demoledoras que el simple dato estadístico. Expresiones como "fraudulenta", "antipedagógica", "farsa de cara a la opinión pública" o "nefasta" coparon las opiniones sobre la celebración del examen en junio.

En cuanto a las clases de recuperación, priman los comentarios que hablan de situación desordenada cuando no caótica, con demotivación del alumnado, distorsiones creadas por los que ya habían aprobado y escaso interés de los escolares. Finalmente, todos los profesores, con una sola excepción, apuntan a que el examen se debería realizar en septiembre y no en junio.

EL EJEMPLO DEL BACHILLERATO Para avalar esta tesis, CSI-CSIF también ha recabado los datos sobre la prueba extraordinaria del siguiente nivel, el Bachillerato, que se ha mantenido en septiembre. En este caso, el índice de aprobados gracias a este examen supera el 50%.

Ante esta situación, el responsable regional de Educación de CSI-CSIF, Adrián Vivas, pidió que se cumpla el compromiso del presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, "que dijo que cuando se viesen los resultados del examen en junio se vería cómo se hacía en el futuro".

Vivas explicó que la tasa real de alumnos que han promocionado gracias a la prueba extraordinaria es aún menor de lo que manifiesta la encuesta, "porque algunos profesores dejaron para este examen el aprobar a alumnos que estaban más o menos en el límite y que con el sistema anterior eran aprobados en el periodo ordinario".

El sindicalista exigió a los responsables de Educación "que salgan ya a la palestra y digan qué piensan hacer tras lo ocurrido". Asimismo, recordó que en el curso pasado la orden que reguló el examen extraordinario para la ESO se publicó el 17 de octubre, "mientras que en el curso presente estamos ya en noviembre y los centros todavía no saben cómo tendrán que programarse porque desconocen la fecha de la prueba".