Río Narcea Gold Mines (RNGM), propietaria de las minas de níquel de Aguablanca, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad después de que se conociera que la compañía va a cerrar sus dos minas auríferas de Asturias (Belmonte y Salas). Según Jaime de Pablo, responsable de comunicación de RNGM, el cierre de minas en el valle del Narcea afectará a la extremeña de Aguablanca: "Se trata de mercados diferentes y no tenemos contemplado cerrar la mina de Aguablanca. Nada de esto se debe a una estrategia empresarial. Es más, teníamos previsto abrir una nueva en Asturias, pero el proyecto ha quedado parado por problemas con las licencias".

Según RNGM, la decisión de cerrar las minas asturianas se debe fundamentalmente a la baja rentabilidad de los dos yacimientos que ha venido explotando desde hace una década. Aun así, la compañía mantendrá su sede en Asturias, donde se gestionarán nuevos proyectos como el de las minas de oro de Tasiast, en Mauritania. De esta forma, algunos trabajadores podrían ser recolocados en la explotación del país subsahariano.

HUELGA La mina de Aguablanca también ha sido noticia en los últimos días a causa de la huelga convocada por los trabajadores de la empresa PEAL, encargada de explotar el yacimiento. En este sentido, PEAL ha respondido a las acusaciones de los delegados de personal.

Francisco Canelo, director de Minería de PEAL, ha querido "desmentir categóricamente la falta de seguridad de la que nos acusan, ya que los organismos oficiales hacen periódicamente numerosos controles".

Otra de la reivindicaciones de los trabajadores estaba en el incremento salarial de 200 euros mensuales, un pago que la empresa quiere vincular a la producción. "No vamos a dar algo por nada, queremos que el aumento sea gratificado por asistencia al trabajo, no porque sí", dice Francisco Canelo.

Por último PEAL quiso restar importancia al seguimiento de la huelga, "con sólo 12 de los cerca de los 45 trabajadores".