Síguenos en redes sociales:

Ana María Matute: "Si soy algo es escritora"

Ana María Matute recoge hoy el Premio Extremadura a la Creación por toda su trayectoria. A los 83 años, con achaques físicos, no deja de tener proyectos y espera publicar en diciembre su novela ´Paraíso inhabitado´.

Ana María Matute: "Si soy algo es escritora"

Ana María Matute tiene voz de lo que dicen que es, de lo que ella misma dice que es: una niña. Aunque tiene 83 años. Pero parece que una parte de su espíritu permanece anclada en la infancia. En los cinco años tal vez, la fecha inicial de su escritura, como recuerda ella misma al otro lado del teléfono, después de pedir que se le hable despacio y en voz alta. No oye bien. Aún sufre las consecuencias de una rotura de fémur por una caída, así que no puede desplazarse libremente. Pero no le importa. "Estoy bien, dentro de lo que cabe", concede. Así que aun con estas disminuciones de la edad no pierde el humor o la serenidad o el aire a veces despistado que infunde en sus respuestas.

Ana María Matute es escritora. "No sé si soy buena o mala, pero lo que sí sé es que soy escritora". Ella atraviesa medio siglo de la historia literaria de España desde que escribiera con 17 años su primera novela, Pequeño teatro , (aunque no fue publicada hasta once años después, en 1954). En 1948 apareció Los Abel y un año después quedó finalista del premio Nadal con Luciérnagas . Así que ella fue como una fulguración. Mujer, de familia burguesa, "no podía ser más que vista como un bicho raro", cuenta.

GRANDES AMIGOS Pero salvadas estas premisas, Matute no solo fue aceptada por la clase literaria nacional (Cela fue uno de sus grandes amigos), sino que sus sucesivas novelas, Primera memoria , Los soldados de noche , entre otras, encontraron una acogida crítica sin fisuras. Ella y Carmen Laforet son las escritoras de ese tiempo de posguerra.

"Vendía, tenía buena acogida en la prensa, los críticos destacaban mi obra y además esta se traducía a otros idiomas, cosa que no era fácil que se produjera", afirma.

Hoy recoge en Badajoz el Premio Extremadura a la Creación a la Mejor Trayectoria Literaria de Autor Iberoamericano. A la escritora nacida en Barcelona en 1926 la acompañará otra mujer, la artista portuguesa Helena Almeida, a la que se le reconoce su recorrido en el mismo ámbito.

Otros dos creadores, José Antonio Gabriel y Galán, muerto en 1993, y el actor José Vicente Moirón, han sido destacados también en esta edición de los principales galardones culturales de la comunidad autónoma. Del primero se premia un libro póstumo, su Diario 1980-1993. Invitación a la resistencia , y del segundo su interpretación en la obra de teatro El hombre almohada .

LA EDAD MEDIA No será la primera vez que Ana María Matute acuda a Extremadura. Pero "será un viaje rápido" y además, "como no puedo moverme", no habrá posibilidades de ver algunos de los sitios que conoce, especialmente Cáceres. Recuerda la ciudad, la fuerte impresión que le produjo cuando la vio por primera vez. Una ciudad medieval. Y ya se sabe que el universo de Ana María Matute vive también en la Edad Media, el paisaje de algunas de sus obras. Allí, donde un universo cruel se expresa de modo primitivo.

"Es una época que me apasiona, lo que no quiere decir que me hubiera gustado vivir en ella". Es la época de las novelas Olvidado rey Gudú y de Aranmanoth , dos fábulas mágicas y crueles que depararon a la escritora una popularidad desbordante en los años 90.

Cuando vio el casco monumental cacereño no pudo evitar la evocación de sus novelas. "Fue una revelación para mí". Y el paisaje extremeño también le recordó el paisaje de sus libros: "los bosques, las encinas, el verdor...".

Otros lugares (el mismo Badajoz, pueblos de los que ahora no recuerda su nombre, que le pillaron de camino a Portugal) evocan ese paso o pasos, no recuerda, por Extremadura. "Así que me gusta volver allí de nuevo".

El universo medieval con el que llegó a tantos lectores ya había asomado en La torre vigía , a principios de los setenta. Sin embargo, Olvidado rey Gudú (1996), su mayor éxito, con ese mundo "de crueldad" que aparece en sus libros, le devolvió la emoción de saberse leída.

"Fue algo grande ver que la gente seguía leyéndome. Fue un regalo, porque, claro, los escritores quieren ser leídos. Y me dio mucha alegría. Es algo que no tiene que ver con la vanidad".

¿Qué hace Ana María Matute a los 83 años? Escribir. Su trayectoria no está concluida. Es una mujer de ideas, de proyectos. "Que vienen de dentro de mí, de mi manera de ser, de mi manera de mirar. Se lo digo a mi médico y no me cree", exclama.

El único fastidio es el cuerpo. "Tu cabeza va por un lado y el cuerpo por otro", dice riendo. Y ya no hay manera de casarlos. Pero de momento las manos no le fallan. Intenta concluir Paraíso inhabitado , una novela que dejó inconclusa hace tiempo y que volvió a retomar, y de nuevo a cancelar cuando sufrió el accidente que la mantiene débil.

TRES DECADAS "De momento no la he terminado, pero es lo que quieren mis editores, y yo misma, para que pueda publicarse en diciembre", afirma sobre esta historia que comienza a finales de los años 20 del siglo pasado y termina dos o tres décadas después, y que está protagonizada por una niña que recuerda su paraíso infantil. La infancia de nuevo. Se ve por un momento a los cinco años, a los 10, a los 12, a los 14. Sumergida en la escritura de historias propias (que posteriormente publicó ilustradas por ella misma), al margen de sus padres.

"Ellos no sabían nada. Vivían en otro mundo. Entonces había una gran distancia entre los hijos y los padres, a diferencia de lo que ocurre hoy. Yo no les daba a leer mis cuentos. Solo los leía mi tata. Luego sí, claro, ya supieron que escribía y les pareció muy bien".

La niña creció y fue configurando un mundo que combinaba la denuncia social y un trasfondo poético en la evocación de la posguerra española. Hubo en su vida (como ha contado tantas veces) un corte brusco, y ahora lo menciona de pasada. "Estuve años sin escribir por una depresión". Salió de ella, ingresó en la Academia de la Lengua en 1996, siguió publicando y el año pasado recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.

¿Ese pasado le pesa? "Sí, imagino, como a todo el mundo, no solo a los escritores. Depende de las circunstancias. Pero yo vivo en el presente". Ese en el que intenta acabar su manuscrito y se aísla, deja de leer. "Mientras escribo, solo leo lo que escribo. No hay que mezclarlo con otras lecturas. Una vive dentro de otro mundo y no hay que cortar con él. Así que no veo la tele ni voy al cine. Vivo rodeada de ese mundo en el que escribo".

Pulsa para ver más contenido para ti