Monfragüe se libra de cables

Nunca los buitres, las águilas, los alimoches o las cigüeñas negras volaron por Monfragüe con tanta libertad en el último siglo. Los tendidos eléctricos que atraviesan el parque nacional extremeño están en fase de desmantelamiento para mejorar la protección de la avifauna, sin menoscabo del servicio eléctrico a los pueblos y las empresas del entorno. Al menos eso es lo que pretende Iberdrola, la compañía que está desarrollando este plan en colaboración con la Junta de Extremadura.

La línea de media tensión de 20 kilovoltios cuyo trazado atravesaba el Salto del Gitano y la Peña Falcón ha sido desmantelada y se ha construido un tendido alternativo que rodea el espacio natural sin entrar en el recinto del parque. El siguiente paso será la eliminación de la línea de Torrejón que, a su paso por el parque, quedará total o parcialmente soterrada. Este proyecto se encuentra actualmente en fase de estudio y planificación.

Iberdrola asegura haber invertido más de un millón de euros desde 2002 en proyectos de modificación o desmontaje de tendidos y apoyos eléctricos en Monfragüe. "El objetivo es minimizar el impacto que las líneas eléctricas pueden tener para las aves protegidas que utilizan las instalaciones de distribución como lugar de posada", explican fuentes de la compañía.

En este tiempo, la compañía ha formalizado convenios de colaboración con administraciones nacionales y autonómicas, además de organizaciones medioambientales. Estos acuerdos han supuesto la modificación de apoyos y crucetas que entrañaban peligro para el posado de las aves, la señalización de los conductores, la instalación de elementos salvapájaros y el desmontaje de tendidos que atravesaban una zona de especial relevancia para la avifauna.

Estos trabajos, asegura la empresa, "se enmarcan en el compromiso de Iberdrola con la protección de la avifauna" y han contribuido, además, "a que la empresa mejore su calidad de suministro en esta región y que ahora se sitúe entre las mejores de la compañía en España".

La avifauna ha sido históricamente el principal factor de incidencias en el servicio eléctrico de Iberdrola en Extremadura.

Iberdrola lleva más de cien años en Extremadura. Cuenta con 330 empleados y 340.000 clientes. Dispone de 3.000 megavatios (MW) de potencia instalada y una amplia red de distribución con 60 subestaciones y 3.000 centros de transformación.