La historia del aeropuerto extremeño arranca durante la guerra civil, cuando se construye en las cercanías de la capital pacense un primer campo de vuelo que queda encajonado entre los ríos Guadiana y Gévora, lo que obliga a construir un nuevo aeródromo en el municipio cercano de Talavera la Real, a 14 kilómetros de Badajoz, según la web de Aena.

En la década de 1950 se mejoran las instalaciones y se instala la Escuela de Reactores del Ejército del Aire y, más adelante, se abre al tráfico nacional. El 14 de julio de 1976 se inaugura la primera línea aérea regular de Iberia, con la conexión Madrid-Badajoz. A partir de 1990 comienza a funcionar vuelos diarios a Madrid y Badajoz y en el 2010 se amplía la terminal y la plataforma de aeronaves.